A muchas personas les encanta comer cebollas, mientras que a otras les desagradan debido a su fuerte olor.
Las cebollas contienen mucha agua y un contenido muy bajo de grasa vegetal. Según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.), 100 gramos de cebolla contienen aproximadamente 40 calorías, 1,1 gramos de proteína, 146 mg de potasio, 4 mg de sodio y muchos otros nutrientes importantes.
Los nutrientes de las cebollas tienen efectos anticancerígenos, antiinflamatorios y ayudan a controlar el azúcar en sangre.
Los expertos en salud recomiendan que las personas con enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria intestinal crónica, eviten comer cebolla. La enfermedad de Crohn puede causar inflamación en cualquier parte del intestino, pero se presenta con mayor frecuencia en el intestino delgado y el colon. Esta inflamación prolongada causa una serie de síntomas desagradables, como dolor abdominal, fatiga, fiebre, diarrea, pérdida de peso y más.
En casos más graves, las personas con enfermedad de Crohn pueden experimentar cálculos renales, anemia o inflamación en otras zonas del cuerpo, como el hígado, los ojos o la piel. Aunque se desconoce la causa de la enfermedad de Crohn, ciertos alimentos, como la cebolla, pueden empeorar los síntomas durante un brote.
Esto se debe a que las cebollas tienen un alto contenido de FODMAP, lo que puede agravar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Los FODMAP son carbohidratos de cadena corta, compuestos por varios azúcares unidos. Sin embargo, estos azúcares no pueden ser digeridos por los intestinos, lo que causa síntomas desagradables como hinchazón, gases o dolor de estómago.
Además, cuando la enfermedad de Crohn se agrava, es necesario reducir el consumo de fibra. Esto significa evitar las verduras crudas, como la cebolla.
100 gramos de cebolla contienen aproximadamente 1,7 gramos de fibra. Aunque esta cantidad no es excesiva, las personas con esta enfermedad deben limitar su consumo hasta que los síntomas digestivos remitan. También deben seguir una dieta baja en FODMAP.
En concreto, cuando los síntomas se intensifican, las personas con enfermedad de Crohn deben limitar temporalmente el consumo de alimentos FODMAP como cebolla, ajo, trigo, lentejas y alimentos ricos en lactosa y fructosa. Seguir esta dieta puede ayudar eficazmente a reducir la hinchazón y las molestias intestinales, según Healthline .
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