Aunque solo abarca 2727 hectáreas en total, el parque alberga siete ecosistemas diferentes, desde montañas de piedra caliza hasta selvas tropicales, manglares y playas de arena blanca. El bosque de Bako alberga todas las plantas endémicas de Sarawak, incluyendo 25 especies que solo se encuentran en Bako. También alberga a casi 150 monos narigudos incluidos en la lista roja de especies, junto con muchos otros animales típicos, como cerdos barbudos de Borneo, langures plateados, macacos de cola larga y ardillas rayadas de vientre rojo.
Un rincón del Parque Nacional de Bako.
Hay autobuses desde todas las ciudades de Sarawak al Parque Nacional de Bako, pero esta es solo la primera mitad del trayecto. Los visitantes compran billetes de ferry o lancha rápida en el mercado de Bako y luego toman un paseo en barco de 20 minutos hasta el parque, ubicado en la confluencia de los ríos Bako y Kuching.
La Junta de Administración del Parque Nacional de Bako ha planificado cuatro itinerarios diferentes para todo tipo de senderistas. La ruta Paku es la más corta y fácil, y comienza justo en el embarcadero donde los visitantes desembarcan en Bako. Cuando baja la marea, el cercano manglar se llena de monos narigudos buscando alimento.
Después de saciarse de monos, diríjase a la playa Teluk Assam, frente al parque, y contemple el océano, donde se alzan unas rocas de formas extrañas. Durante miles de años, las olas y los vientos han erosionado las montañas, dejando al descubierto el mineral de hierro en las rocas. La roca más famosa tiene la forma de la cabeza de una cobra, lo que recuerda a los visitantes a la deidad guardiana del parque.
Si teencantan las plantas, te recomendamos seguir la ruta Lintang. Los guías te llevarán a través del bosque en un recorrido circular y explorarán diferentes ecosistemas: manglares, bosques de estrellas y tau, praderas, bosques de cajuput sobre suelos de turba... El punto culminante del recorrido para muchos visitantes es ver plantas del género Euryale, como la planta carnívora, la drosera y la euryale, que se alimentan atrapando insectos.
Para quienes deseen poner a prueba su resistencia, elijan la ruta Tajor - Limau. La ruta Tajor lleva a los visitantes a picos de montañas, cuevas y cascadas escarpadas, erosionadas por la naturaleza durante miles de años. La ruta Limau es un recorrido que lleva a los visitantes montaña abajo, por senderos peligrosos, y termina en la playa. Algunos turistas, tras el agotador viaje, pernoctan en pequeñas casas de alquiler o acampan en la linde del bosque. Escuchar la armonía del bosque nocturno es una experiencia memorable para cualquiera que haya dormido alguna vez en Bako.
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