La centella asiática aparece en las comidas del campo como un plato familiar, que cumple con los tres factores: deliciosa, nutritiva y económica. Bueno, no es barata, sino gratuita; solo requiere un poco de esfuerzo recolectarla. Al igual que mi familia en aquel entonces, la centella asiática no tenía que ir al mercado a comprarla. Mi madre iba al campo, veía una parcela de centella asiática al borde, se sentaba a recogerla y por la tarde tomaba un tazón de sopa de verduras dulce y aromática. Mis hijas lo vieron y siguieron su ejemplo: cada vez que iban al campo a plantar plántulas o cruzaban el río para pastorear vacas o recoger frijoles, al ver centella asiática, la recogían y la llevaban a casa.
La centella asiática aparece en las comidas del campo como un plato familiar, que cumple con los tres factores: delicioso, nutritivo y barato (Foto ilustrativa de Internet)
Como nuestra familia era pobre, mi madre solía preparar sopa de centella asiática. La mejor era la de centella asiática con camarones. Los camarones dorados, cocidos y mezclados con hojas verdes frescas, reducían el amargor y aumentaban el dulzor de la verdura. Si no había camarones, se podían sustituir por carne magra. Si era un día vegetariano, mi madre preparaba sopa de centella asiática con champiñones; este plato también estaba delicioso. Sobre todo, en las tardes calurosas y soleadas, un tazón de sopa de centella asiática refrescaba los calurosos días de verano. La sopa de centella asiática era deliciosa y ligera. Después de un agotador día de trabajo bajo el sol, toda la familia casi olvidaba el arroz, pero bebían sopa de centella asiática. Mi padre decía que la sopa de centella asiática era sencilla pero deliciosa; con solo verla te sentías bien. Sí, la centella asiática es realmente refrescante. En aquella época, no había tanta información sobre los usos de las verduras como ahora, pero por experiencia propia, todos en el campo sabían que la centella asiática refrescaba, ayudaba a purificar el cuerpo, facilitaba la digestión y mejoraba la fuerza física. Para maximizar los efectos beneficiosos de la centella asiática, las comidas suelen incluir este plato vegetal para variar su sabor. Se puede comer cruda, hervida o en puré. El jugo de centella asiática es un plato muy efectivo para aliviar el calor. Solo jugo de centella asiática, con azúcar y un poco de hielo, hará que las tardes de verano sean menos duras. En aquel entonces, no había licuadora, azúcar blanca pura ni cubitos de hielo puros como hoy. Se recoge la centella asiática, se lava, se machaca en un mortero, se filtra la pulpa, se añade azúcar (azúcar moreno casero), se añaden cubitos de hielo y se obtiene un termo grande de una bebida deliciosa y nutritiva. Como la verdura se machaca a mano, el agua tiene un olor amargo, pero no importa, sigue siendo la mejor; se puede beber sin que se te antoje. Desde pequeña, me preguntaba si el nombre "centella asiática" y "mamá" tenían algo que ver con la imagen de una madre trabajadora. De mayor, me expliqué a mí misma que el nombre era arbitrario, infundado, irrazonable, a veces incluso arbitrario, por lo que era difícil de explicar. Con solo saber que la centella asiática crece en cada campo, cada vez que se escucha el nombre, en el corazón de todos surge la imagen de una madre trabajadora.
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