Mangya es una ciudad rodeada de un vasto desierto pero tiene una belleza abrumadora que hace que la gente la admire.
Entre las ciudades de China, Mangya es la más joven, fundada oficialmente el 27 de diciembre de 2018. Esta desolada ciudad está rodeada de páramos por tres lados y un vasto desierto por un lado, lo que la hace particularmente solitaria.
Según los registros históricos, este lugar era un punto de paso obligado en la antigua Ruta de la Seda. En la década de 1950, un grupo de personas llegó a esta tierra desolada para explotar petróleo, que en aquel entonces era uno de los cuartos yacimientos petrolíferos más grandes de China: el Campo Petrolífero de Lenghu. Con el descubrimiento del petróleo, cada vez más trabajadores petroleros se asentaron aquí y la ciudad de Mangya fue tomando forma gradualmente.
Una joya escondida en la provincia de Qinghai, China, la ciudad de Mangya ha emergido gradualmente en los últimos años y es un destino popular para muchos amantes de los viajes . En 2021, más de un millón de turistas llegaron aquí simplemente para admirar la belleza de esta tierra.
Si tienes la oportunidad de venir a Mangya, definitivamente debes visitar estos lugares:
1. Lago Esmeralda de Mangya
Al llegar a Mangya, muchos turistas han visitado el lago esmeralda. Este hermoso lago, de un verde esmeralda intenso y cristalino, brilla con fuerza bajo la luz del sol. Al estar a la orilla del lago, con la brisa que lo atraviesa, el aire fresco hace que la gente se sienta como en el paraíso.
2. Aiken Springs
El manantial Aiken también se conoce como "El Ojo de la Tierra". Este curioso nombre proviene de la forma en que se ve desde arriba: parece un ojo grande y profundo. Mucha gente piensa que el manantial Aiken es un manantial normal, pero al mirarlo desde arriba, se siente una profunda impresión. El manantial Aiken tiene más de 10 metros de diámetro y el agua brota constantemente como agua hirviendo.
Debido a su altísimo contenido de azufre, el agua del manantial corroe la vegetación y el suelo circundantes, y ninguna planta puede sobrevivir en su zona. Los colores del suelo y las rocas que rodean el manantial se entrelazan, creando un ambiente aún más misterioso para este lugar.
Al estar junto al arroyo Aiken, los visitantes sienten como si caminaran sobre el agua y pudieran hundirse en cualquier momento. Por eso, siempre hay advertencias de peligro, para que los visitantes puedan limitar su acceso a esta zona y solo puedan observarla con una cámara aérea.
3. Oboliang Yadan
Al entrar en Oboliang, los visitantes quedarán impactados por la extraña creación de la naturaleza. Este es uno de los paisajes Yadan más grandes y típicos del mundo , formado por la elevación de la meseta tibetana hace 200 millones de años y la continua erosión eólica tras la desecación del antiguo lecho marino hace entre 700.000 y 1 millón de años.
Debido a su difícil acceso geográfico, este lugar aún conserva su belleza prístina, aún no sobreexplotada por el turismo. Tras recorrer la accidentada carretera, los visitantes verán una serie de extrañas cadenas montañosas que se alzan sobre el desierto de Gobi, como si fueran una ilusión.
Estos Yadans irregulares son como otro planeta donde las montañas están apiladas una encima de otra de una manera tan intrincada que es fácil perderse en este espacio.
Al caer la noche, la sensación de misterio de este lugar se intensifica aún más. En este punto, Oboliang parece menos un lugar en la Tierra y más una escena espacial.
(Según 24h, 17 de marzo de 2024)
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