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El envío de representantes por parte del gobierno talibán a la tercera conferencia presidida por las Naciones Unidas (ONU) sobre Afganistán, prevista del 30 de junio al 1 de julio en la capital de Qatar, Doha, está atrayendo la atención internacional.

Fuerzas talibanes hacen guardia en el lugar de un ataque en Faizabad, provincia de Badakhshan (Afganistán).

Los talibanes afirmaron que la delegación asistía a la conferencia para representar a Afganistán y expresar su opinión sobre temas importantes como la ayuda a Afganistán y la creación de oportunidades para los inversores. Malick Ceesay, jefe de la oficina de enlace de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Afganistán (UNAMA) con sede en Pakistán, afirmó que era necesario centrarse en un país asolado por la crisis como Afganistán. En un contexto global de numerosos conflictos, la ONU no quería que Afganistán cayera en el olvido.

Asistir a la conferencia por primera vez también marcó un cambio en la actitud del gobierno talibán hacia las organizaciones internacionales. La conferencia sobre Afganistán, impulsada por el secretario general de la ONU, António Guterres, busca fortalecer la colaboración de la comunidad internacional con Afganistán de forma más coherente, coordinada y organizada.

Los talibanes estuvieron ausentes de las conferencias de mayo de 2023 y febrero de 2024, alegando que la ONU no aceptó sus condiciones de ayuda. También rechazaron las críticas por sus duras políticas hacia las mujeres afganas. Los observadores esperan que la reunión de Doha siente las bases para una serie de importantes reuniones entre las partes interesadas sobre la cuestión de garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán.

Hasta la fecha, el gobierno talibán no ha recibido apoyo de la comunidad internacional. Numerosos países, organizaciones internacionales y agencias de ayuda han recortado la financiación a Afganistán. La ambición del gobierno talibán de avanzar hacia la autosuficiencia no se ha cumplido, lo que provoca el continuo deterioro de la economía afgana.

Según cifras de la ONU, el número de afganos con necesidades humanitarias ha aumentado aproximadamente un 60 % desde 2021 y ahora representa más de dos tercios de la población. Las severas restricciones impuestas por los talibanes a las mujeres, incluyendo la prohibición del acceso a la educación y la prohibición de colaborar con agencias de ayuda nacionales e internacionales, también han exacerbado la ya grave crisis humanitaria en el país del suroeste asiático.

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Fuente: https://www.sggp.org.vn/thay-doi-cach-tiep-can-post745087.html