India - China: una relación de cooperación tradicional y profunda
En una reunión reciente entre el Primer Ministro Modi y el Ministro de Relaciones Exteriores , Wang Yi, ambas partes reafirmaron la opinión de que India y China son socios, no rivales, y que la realización del “siglo asiático” es imposible sin una cooperación sostenida entre los dos países.
El año 2025 marca el 75 aniversario de las relaciones diplomáticas formales entre ambos países. India fue uno de los primeros países en reconocer a la República Popular China en 1950. En el contexto de la creciente globalización y la competencia estratégica, es particularmente importante continuar con este legado.
Ambos países enfrentan numerosos desafíos de desarrollo similares, desde impulsar la productividad hasta mejorar la calidad de vida y garantizar el desarrollo sostenible. India es una economía grande y de rápido crecimiento con una fuerza laboral joven, un ecosistema de innovación en expansión y una clase de consumidores en rápido crecimiento. China, por su parte, ha acumulado una amplia experiencia en desarrollo de infraestructura, manufactura, gobernanza digital y energías renovables. Combinar las capacidades de innovación de India con las capacidades de despliegue a gran escala de China podría generar dinámicas de desarrollo complementarias para ambas partes.
En el marco de la cooperación multilateral, China puede seguir desempeñando un papel activo a través de instituciones financieras como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), del que India es actualmente el mayor prestatario. Esto abre oportunidades para que China e India impulsen la inversión en áreas clave como infraestructura moderna, ciudades inteligentes, energía limpia, salud pública y agricultura sostenible. Con el potencial de un mercado común de más de 2.800 millones de personas, ambas economías pueden impulsar significativamente el crecimiento regional, desde la expansión de la conectividad digital hasta la promoción de la acción climática.
Según los analistas, la cooperación entre India y China no es un modelo de apoyo unidireccional, sino una asociación estratégica donde ambas partes aprovechan sus ventajas complementarias. Como los dos países más poblados del mundo, China e India pueden desempeñar un papel fundamental en la construcción de una Asia estable y próspera.
Cuando el diálogo configura el orden regional
Cabe destacar que una asociación más profunda entre India y China no solo beneficiaría a ambas partes, sino que también contribuiría a la construcción de un sistema de gobernanza global más multipolar e inclusivo. Tanto China como la India son miembros influyentes de mecanismos internacionales como los BRICS, el G20 y la OCS. A través de estos canales de cooperación, ambos países pueden impulsar reformas institucionales para fortalecer el papel de los países en desarrollo y salvaguardar el principio de la cooperación multilateral en un mundo cada vez más volátil.
En un contexto de creciente incertidumbre geopolítica, la necesidad de una cooperación responsable es más urgente que nunca. Los ajustes impredecibles en la política exterior mundial, especialmente de las principales economías, han puesto de relieve la importancia de construir vínculos regionales estables. Un ejemplo típico es cómo se alentó a la India a importar petróleo de Rusia para estabilizar los mercados energéticos mundiales, pero posteriormente se enfrentó a nuevas barreras comerciales debido a los cambios de política de sus principales socios.
Sin embargo, Asia aún posee un potencial interno significativo. En términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), la región aporta actualmente más del 40 % del PIB mundial, una cifra que demuestra el amplio espacio de cooperación económica en la región. En este contexto, los expertos afirman que la reconsideración por parte de la India de la posibilidad de unirse a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) podría ser un punto de inflexión para el proceso de integración económica asiática. Con el apoyo de China, este paso no solo es viable, sino que también reporta claros beneficios bilaterales y regionales.
La idea de la cooperación regional basada en el respeto mutuo y el desarrollo pacífico no es nueva. La Conferencia de Bandung de 1955 expresó con fuerza ese espíritu, sentando las bases del Movimiento de Países No Alineados y una visión de cooperación Sur-Sur. Reavivar el espíritu de Bandung en el siglo XXI requiere no solo un consenso sobre los objetivos, sino también una gestión cuidadosa de los desafíos existentes.
Dejemos de lado las diferencias y miremos hacia el futuro
Uno de los problemas más importantes entre China y la India es la disputa fronteriza, que ha afectado la confianza entre ambos países en los últimos años. Sin embargo, cabe destacar que, después de la década de 1960, la situación fronteriza se mantuvo relativamente estable durante casi medio siglo, antes del incidente del valle de Galwan. La coexistencia pacífica debe seguir siendo el principio fundamental de las relaciones bilaterales.
De hecho, China e India están buscando gradualmente una solución constructiva a este problema. Durante una reciente visita a Nueva Delhi, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, reiteró su compromiso con la cooperación en asuntos globales y se opuso a las acciones unilaterales que socavan el entorno internacional. Ambos países han avanzado en el establecimiento de mecanismos de gestión fronteriza para reducir los riesgos y fomentar la confianza estratégica.
Por lo tanto, la próxima visita del primer ministro Modi a China podría ser una oportunidad clave para que ambas partes lancen una hoja de ruta concreta de cooperación, ya sea mediante la emisión de una declaración conjunta o el establecimiento de un marco práctico de acción. Áreas como el desarrollo de infraestructura transfronteriza, la transformación digital, la protección del medio ambiente, el turismo, la cooperación académica, la inversión verde y la coordinación de políticas tecnológicas, incluyendo la inteligencia artificial y el espacio digital, presentan un gran potencial para ampliar la cooperación.
Esta visión, si se asienta sobre la base de un desarrollo sostenible, multilateral y pacífico, no solo impulsará las relaciones chino-indias, sino que también contribuirá a la configuración de un orden regional inclusivo y con visión de futuro. China e India, como dos grandes civilizaciones y dos potencias emergentes, tienen la oportunidad de impulsar conjuntamente a Asia hacia una nueva era de desarrollo armonioso y sostenible.
Hung Anh (colaborador)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/thu-tuong-modi-tham-trung-quoc-dau-moc-moi-trong-quan-he-an-trung-259706.htm
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