La reanudación de los combates en Siria tomó por sorpresa y resultó desfavorable para el presidente sirio Bashar al-Assad y Rusia.
Aún más sorprendente es que las fuerzas armadas antigubernamentales en Siria son tan poderosas militarmente que lograron controlar varias ciudades sirias importantes en apenas unos días.
El presidente sirio Bashar al-Assad
Rusia se vio obligada a intensificar nuevamente sus operaciones militares en Siria, y el gobierno de Assad tuvo que movilizar todos los recursos disponibles para contraatacar y hacer retroceder a las fuerzas de la oposición.
Puede ser una coincidencia, pero no se puede descartar la posibilidad de que el momento del ascenso de la oposición y sus ofensivas militares fuera deliberadamente elegido. Rusia ha tenido presencia militar en Siria desde 2015 y ha desempeñado un papel crucial ayudando a Asad y al gobierno sirio a reprimir a las fuerzas de la oposición. Sin embargo, actualmente, Rusia debe centrar la mayor parte de sus esfuerzos en la guerra en Ucrania, a la vez que se enfrenta a Estados Unidos, la Unión Europea, la OTAN y Occidente, que apoyan a Kiev.
Las fuerzas de la oposición siria toman la ciudad clave de Hama.
La reanudación de los combates en Siria no solo perjudica a Rusia y al gobierno sirio, sino que también amenaza directamente al régimen de Asad y crea importantes dificultades y dilemas para Rusia. Obliga a Rusia a abordar simultáneamente tanto el problema principal en Ucrania como el secundario en Siria. Rusia no puede reducir la escalada del conflicto en Ucrania ni abandonar a Siria. En ese sentido, la reanudación de los combates en Siria beneficia a Ucrania y a sus aliados. El gobierno sirio está pagando un alto precio por descuidar la seguridad, subestimar a las fuerzas militares de la oposición y no aprovechar la oportunidad de poner fin por completo a la guerra civil siria.
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Fuente: https://thanhnien.vn/tra-gia-dat-185241205215942713.htm






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