¿Parece que seguimos indiferentes ante el aumento del valor del arroz o no hemos encontrado la mejor dirección para este rubro de exportación de miles de millones de dólares?

Una realidad preocupante
La industria arrocera de Vietnam, que desempeña un papel estratégico en la economía nacional, se enfrenta a una gran paradoja.
Según el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente , en los primeros 6 meses de 2025, si bien las exportaciones alcanzaron los 4,9 millones de toneladas, un 7,6% más que en el mismo período del año anterior, el valor disminuyó un 12,2%, hasta los 2.540 millones de dólares; el precio promedio de exportación del arroz disminuyó un 18,4%, hasta los 517,5 dólares por tonelada. Esto muestra una situación preocupante: vendemos más arroz, pero ganamos menos dinero, dependemos de la exportación de arroz crudo, tiene bajo valor agregado y carecemos de marcas sólidas. Por ejemplo, Filipinas sigue siendo un mercado importante, representando el 43,4% de la participación de mercado, pero el valor de las exportaciones a este país disminuyó un 17,4%. Es preocupante que el objetivo de exportación para todo el año 2025 de 5.700 millones de dólares se esté alejando, y se espera que alcance solo unos 5.500 millones de dólares, debido a la feroz presión competitiva, principalmente de India, el mayor país exportador de arroz del mundo, que ha relajado las restricciones a la exportación.
La causa subyacente de esta situación son los desafíos y limitaciones que han existido durante muchos años. Si bien el "Proyecto para el desarrollo de la marca de arroz vietnamita hasta 2020, con visión a 2030" se aprobó en 2015, su implementación sigue siendo esporádica. Además, la producción fragmentada dificulta el control de la calidad del arroz. El uso excesivo de productos químicos en la agricultura también constituye un obstáculo importante.
En comparación con competidores fuertes como Tailandia con el arroz Hom Mali o India con el arroz Basmati, la marca de arroz vietnamita es muy desconocida. Salvo el éxito del ST25, muy pocas marcas de arroz vietnamita son conocidas por los consumidores internacionales. Como consecuencia, el arroz vietnamita a menudo tiene que competir en precio, aceptando el uso de marcas importadas para llegar a los consumidores, lo que reduce las ganancias y la posición del sector. Además, el problema de la protección de marca y los productos falsificados es complejo, lo que perjudica a los negocios legítimos y erosiona la confianza del consumidor.
El ex subdirector del Departamento de Producción Agrícola (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, ahora Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente), Le Thanh Tung, afirmó que el desarrollo de una marca de arroz debe provenir de las empresas, no del país; construir una marca de arroz desde el país probablemente fracasará. Muchas normas y regulaciones limitan la creatividad de las empresas. El arroz, como cualquier otro producto, evalúa su marca en función de su nivel de seguridad, uniformidad, plazo de entrega, precio adecuado y enfoque en la cadena de comercialización.
El camino para elevar el nivel del arroz vietnamita
Conscientes de la importancia de la marca, el Gobierno y las empresas han realizado esfuerzos iniciales que han sido reconocidos. El rotundo éxito del arroz ST25, galardonado en dos ocasiones como "Mejor Arroz del Mundo", es una clara demostración del gran potencial del arroz vietnamita cuando se invierte adecuadamente. Esta no es solo la historia de una variedad de arroz, sino también un motivo de orgullo, motivación y una valiosa experiencia para toda la industria. Sin embargo, a pesar de ser reconocido como el mejor arroz del mundo, el ST25 es solo una pequeña parte de los millones de toneladas de arroz que se exportan desde Vietnam.
Para mejorar de forma sostenible el valor del arroz vietnamita, se necesita una estrategia integral y una coordinación sincrónica y drástica entre el Gobierno, las empresas y los agricultores. Según el Héroe del Trabajo Ho Quang Cua, los países que han desarrollado con éxito marcas de arroz, como India y Tailandia, se centran en una sola variedad con estándares de pureza. En cualquier caso, Vietnam debe cumplir con los estándares internacionales, donde la calidad y el aroma del arroz son los criterios decisivos. En primer lugar, es necesario completar e implementar eficazmente una estrategia nacional de marca de arroz a largo plazo con políticas de apoyo específicas y prácticas en materia de impuestos, crédito y promoción comercial; promover firmemente el modelo de vinculación de la cadena de valor; formar áreas de cultivo especializadas según estándares internacionales como GlobalGAP y VietGAP para garantizar una calidad y trazabilidad consistentes.
Según el viceministro de Agricultura y Medio Ambiente, Le Thanh Nam, el proyecto de desarrollo sostenible de un millón de hectáreas de cultivo de arroz de alta calidad y bajas emisiones, asociado con el crecimiento verde en el delta del Mekong para 2030, es una de las soluciones para construir una marca vietnamita de arroz. Invertir en investigación y desarrollo de variedades, aplicar alta tecnología a la producción y el procesamiento profundo también es un requisito urgente para diversificar los productos y aumentar el valor. Las actividades de promoción de marca también deben invertirse de forma sistemática, construyendo la imagen del arroz vietnamita asociada con la calidad. Por otro lado, es necesario aprovechar el éxito de ST25 para promover la industria arrocera y construir historias de marca atractivas. Al mismo tiempo, es necesario fortalecer la protección de los derechos de propiedad intelectual; registrar proactivamente la protección de la marca en los mercados internacionales; y gestionar estrictamente la falsificación y la imitación para proteger la reputación del producto y los intereses comerciales. Es hora de que superemos la indiferencia y tomemos medidas más drásticas para afirmar gradualmente la posición del arroz vietnamita en el mercado mundial.
Fuente: https://hanoimoi.vn/xay-dung-thuong-hieu-gao-viet-nam-con-tho-o-709778.html
Kommentar (0)