Australia ha anunciado planes para aumentar el gasto de defensa en 7.250 millones de dólares durante los próximos 10 años, para acelerar la entrega de la futura flota de combate de superficie de la marina y expandir la industria de construcción naval del país.
Según el plan, Australia contará con una armada de 26 buques de combate de superficie importantes, en comparación con los 11 actuales, y será la flota más grande del país desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Entre los nuevos barcos habrá destructores de clase Hunter, destructores multipropósito y combatientes de superficie autónomos. Algunos barcos estarán equipados con misiles Tomahawk de largo alcance. Se espera que algunos de los barcos se construyan en la ciudad de Port Adelaide, en el sur de Australia, y creen más de 3.000 puestos de trabajo, mientras que otros se diseñarán en Estados Unidos o posiblemente en España, Alemania, Corea del Sur y Japón.
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