Tenía una madre anciana, enferma y que no podía caminar. Mientras sus hermanos sugerían que se turnaran para cuidarla, de modo que todos fueran responsables, él pidió llevársela a casa para cuidarla sin aceptar ninguna contribución de sus hermanos. Tiempo después, su madre pidió regresar a su pueblo natal porque deseaba estar cerca de sus vecinos en sus últimos días. Él renovó la vieja casa, contrató a alguien para que la cuidara y la visitaba regularmente los fines de semana.
Los vecinos también lo conocen como un ama de casa muy atenta, a pesar de su apretada agenda laboral. Algunas mujeres del barrio utilizan su imagen como recordatorio de las responsabilidades de sus maridos.
Durante algunas reuniones informales, sugirió que el vecindario organizara diversas actividades para fortalecer la cohesión vecinal. También propuso crear un fondo para ayudar a las familias necesitadas y premiar a los estudiantes con buen rendimiento académico. Además, se ofreció a buscar patrocinadores para la instalación de equipamiento deportivo en el vecindario.
La imagen del señor Bach seguiría siendo hermosa si no fuera por las recientes lluvias torrenciales que inundaron el vecindario. Cuando los vecinos se organizaron para ir de casa en casa ayudando a subir objetos y muebles a los pisos superiores para evitar que se inundaran, el señor Bach no apareció. Cuando lo llamaron para que se uniera, gritó que tenía miedo de meterse en el agua y mojarse los pies.
Después de la lluvia, todo el vecindario estaba lleno de basura: cajas de poliestireno, macetas de plástico... Las familias salieron a limpiar frente a sus casas, pero frente a la del Sr. Bach seguía todo sucio. Alguien le preguntó por qué no lo hacía él, y respondió: «La basura no es de mi casa. ¿De quién es la basura que flota aquí? Lleven las cajas de poliestireno y las macetas de plástico a casa, no obstaculicen el paso. Si no, esperen a que vengan los trabajadores de limpieza. Pagamos mensualmente, ¿por qué tenemos que hacerlo nosotros?».
Mucha gente se preguntaba si el señor Bach se comportaba de forma extraña ese día. Alguien dijo que no, que era su comportamiento habitual. Escuché y observé con atención. Llevaba tiempo presumiendo, pero no le habíamos prestado atención. Resulta que se había estado esforzando mucho por el barrio, pero nada se había concretado. Todo era puro teatro.
Es cierto que hay personas que aparentan ser generosas para ganar influencia, pero en realidad es solo una fachada. Si quieres juzgar el carácter de una persona, observa sus acciones, no solo sus palabras. No te fijes solo en cómo trata a sus familiares, sino también en cómo trata a la comunidad.
Felicidad
Fuente: https://baothanhhoa.vn/chuyen-o-khu-pho-256162.htm






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