El daño hepático puede causar coágulos de sangre, dificultad para concentrarse, confusión, trastornos del sueño y muchos otros problemas de salud, según el Hindustan Times .
El Sr. Gaurav Chaubal, hepatólogo del Hospital Global (India), afirmó: «Existen numerosos signos de daño hepático. Por ejemplo, un hígado inflamado o agrandado puede causar ictericia, dolor abdominal e hinchazón. La detección temprana de estos signos es fundamental para una intervención médica oportuna».
El daño hepático puede causar coágulos de sangre, dificultad para concentrarse y confusión.
Según el Sr. Punit Singla, cirujano de trasplante de hígado del Hospital Marengo Asia (India), las condiciones más comunes de daño hepático son el hígado graso y la insuficiencia hepática. El hígado graso puede no presentar signos ni síntomas.
Cuando la enfermedad hepática está en una etapa avanzada, los síntomas del daño serán más graves. En concreto, los síntomas más comunes son ictericia, ojos amarillos, orina oscura, piernas hinchadas, pérdida de apetito, pérdida repentina de peso, picor, caída del cabello, pérdida de masa muscular, hinchazón, heces con sangre, vómitos, trastornos del sueño,...
orina oscura
Los problemas de excreción de bilis pueden causar orina oscura. Debido a que el hígado juega un papel importante en el metabolismo, el daño hepático puede hacer que usted se sienta cansado y débil.
Síntomas gastrointestinales
El daño hepático puede causar síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos y pérdida de apetito. Un signo más evidente es la aparición de pequeños vasos sanguíneos en forma de araña en la piel.
disfunción cerebral
La disfunción hepática puede afectar la concentración, el sueño, la somnolencia diurna y la coagulación sanguínea.
piel oscura
Un hígado defectuoso también provoca oscurecimiento de la piel, comúnmente conocido como manchas hepáticas o manchas de la edad. El daño hepático crónico provocará cirrosis.
Los síntomas del cáncer de hígado son difíciles de detectar en las primeras etapas. Las personas con o sin antecedentes de cirrosis corren el riesgo de padecer enfermedad hepática.
Si tiene pérdida de apetito, pérdida de peso inexplicable, ictericia o hinchazón en los pies, acuda a su proveedor de atención médica para que le realice pruebas de detección, análisis de sangre y una ecografía abdominal, dice Singla. Las personas con enfermedad hepática o antecedentes familiares de enfermedad hepática deben consultar a su médico para realizarse controles regulares.
[anuncio_2]
Enlace de origen
Kommentar (0)