Hace décadas, la agricultura dependía en gran medida de la naturaleza; los agricultores necesitaban lluvia para poder contar con el primer factor importante que contribuía al éxito de sus cultivos. “Primero agua, segundo abono, tercero diligencia, cuarto semilla”. Los humanos pueden tomar la iniciativa en todo, excepto en el agua, que debe depender de Dios. Durante la sequía, las reservas de agua se agotaron y fue desgarrador ver cómo los cultivos se marchitaban. Dragar lagos, dragar pozos, cavar estanques, intentar por todos los medios encontrar agua, pero a veces es inútil. Una lluvia a tiempo es más preciosa que el oro. El agua no sólo es necesaria para los cultivos, sino también para todas las actividades diarias. En aquella época no había electricidad, ni pozos, ni agua corriente; los habitantes del pueblo utilizaban principalmente agua de pozos excavados. En años de lluvias tardías, la mayoría de los pozos se secan. Cualquier pozo con agua es propiedad común de todo el vecindario. Todos comparten baldes de agua esperando que llegue la lluvia. Esos días no parecen tan lejanos, los días de tener que cargar baldes de agua para cocinar y bañarse se han convertido en un recuerdo inolvidable.
Los niños también tienen motivos para esperar la lluvia. Un día caluroso y sofocante, la brisa fresca anunciando una lluvia inminente fue realmente agradable. Recuerde los días de mayo, sentado en el aula mirando y sintiendo el movimiento de la tierra y el cielo. El viento se hizo cada vez más fuerte, las ramas de los árboles se balanceaban, las hojas secas caían con un sonido susurrante, el patio de la escuela se oscureció mientras nubes negras se juntaban para cubrir el sol. Las gotas de lluvia caían lentamente, repiqueteando, repiqueteando, volviéndose cada vez más espesas hasta convertirse en un aguacero torrencial. Cuando llueve, los árboles y las hojas parecen estar bañados, verdes y frescos. Los árboles de poinciana real tienen hojas verdes exuberantes y flores de color rojo brillante. La lluvia y el viento arrancaron los pétalos de las ramas y cayeron al suelo. Los estudiantes podrían recoger las flores y convertirlas en lindas mariposas para embalsamarlas en sus cuadernos, escribiendo en ellas líneas con una caligrafía tonta de estudiante. Las lluvias que llegaban justo después de la escuela también eran una excusa para que todos corrieran bajo la lluvia, volviendo a casa empapados como ratas ahogadas, sólo tratando de evitar que sus libros se mojaran. Cuando llueve, la hierba crece verde, prometiendo un verano divertido en los campos y las colinas. Las primeras lluvias de la temporada siempre son emocionantes para los niños.
El agua para uso doméstico en la ciudad ya casi no es un problema porque hay agua del grifo y agua de pozo. Los trabajadores disponen de electricidad y maquinaria para apoyar el riego y garantizar la supervivencia y el crecimiento de los cultivos. Pero las primeras lluvias de la temporada traen a las plantas el agua y los nutrientes naturales que siempre se esperan. ¿Qué podría ser más hermoso que ver las gotas de lluvia caer sobre grandes huertos, trayendo frescura y prometiendo temporadas de dulces frutas? La lluvia siempre es esperada en los días calurosos, no sólo por los agricultores sino también por todos aquellos que aman el inmenso verde de esta majestuosa sierra.
La lluvia es también el más poderoso extintor de incendios forestales: el pulmón verde de la vida. En días calurosos y secos, parece que basta una pequeña chispa para iniciar un gran incendio. Los bosques del Altiplano Central enfrentan un gran peligro. Las primeras lluvias de la temporada refrescan el clima, aportan nueva vitalidad al bosque, ayudan a los bosques a iniciar una nueva temporada de crecimiento y desarrollo, aportando el color verde de los sueños a muchas personas.
La lluvia también puede ser un tema romántico para los amantes de la naturaleza. De pie en la ventana y mirando la cortina blanca de lluvia sobre la acera, sobre el techo, sobre los arbustos, mi corazón se sintió muy aliviado. El sonido de la lluvia cayendo, de las gotas de lluvia cristalinas, es una imagen muy evocadora. Aunque ya hemos pasado la edad de ser niños y correr bajo la lluvia, jugar bajo la lluvia todavía puede ser un placer para quienes aman la lluvia y disfrutan de la sensación fresca de las gotas de lluvia cayendo sobre sus cuerpos.
Gotas de lluvia, lluvias, ¡qué bonito y esperado!.
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