La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zakharova (Foto: TASS)
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia criticó el 2 de febrero la decisión de Ecuador de entregar equipo militar de fabricación rusa a Estados Unidos para que Washington lo transfiriera a Ucrania. Rusia calificó esto como una violación "imprudente" de los contratos de venta de material militar.
El gobierno ecuatoriano dijo el mes pasado que aceptaría una oferta de Washington para intercambiar lo que llamó “chatarra producida en Ucrania y Rusia” por 200 millones de dólares en equipos estadounidenses avanzados.
Estados Unidos afirmó que las armas recibidas de Ecuador se enviarán a Ucrania para su uso en la campaña militar especial rusa, que ya dura casi dos años. Aún no está claro qué armas enviará Ecuador a Ucrania a través de Estados Unidos.
María Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, dijo a la agencia de noticias RIA que la decisión de Ecuador se tomó bajo presión de fuerzas externas.
«Nuestros socios comprenden claramente los términos del contrato, que incluyen la obligación de utilizar el equipo suministrado para los fines establecidos y de no transferirlo a terceros sin el consentimiento correspondiente de la parte rusa», subrayó.
Las autoridades ecuatorianas afirmaron que Moscú les había aconsejado no enviar las armas a Estados Unidos. Sin embargo, Ecuador cree que tiene derecho a hacerlo.
El 30 de enero, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó a las potencias occidentales de pedir a varios países que suministraran en secreto armas de fabricación rusa a Ucrania.
No mencionó ningún país específico, pero dijo que seguiría insistiendo en que se cumplan todas las obligaciones internacionales relativas a las transferencias de armas.
El señor Lavrov señaló que cuando un país extranjero compra legalmente armas rusas, los envíos vienen acompañados de ciertos documentos, incluidos certificados de usuario final.
“Con este certificado, el receptor del arma no tiene derecho a revenderla ni transferirla a ningún lugar sin el consentimiento del país proveedor”, explicó.
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