Ubicada a orillas del Río Rojo y con fértiles aluviones, la comuna de Hong Phong, en el distrito de Vu Thu, es una tierra idónea para el cultivo de morera, que proporciona materiales limpios para asegurar el buen crecimiento de los gusanos de seda. Actualmente, la comuna cuenta con unas 257 hectáreas de morera y casi 1200 familias se dedican a la cría de gusanos de seda. La gente considera esta una profesión tradicional transmitida de generación en generación, preservándola y promoviéndola conscientemente.
Según el Sr. Le Manh Truong, presidente del Comité Popular de la Comuna de Hong Phong, la cría de gusanos de seda se introdujo en la localidad a principios de la década de 1960 del siglo pasado. Tras numerosos altibajos, desde 2010 hasta la actualidad, la profesión ha experimentado importantes avances gracias a la aplicación de nuevas tecnologías, la inversión en ciencia y tecnología, la creación de un ciclo cerrado, la especialización para aumentar la productividad y el valor de las materias primas. La gente se siente cada vez más atraída por esta actividad debido a su mayor eficiencia económica , diez veces superior a la del cultivo de arroz, lo que aporta estabilidad a los hogares locales.
La belleza de la sericultura reside en su idoneidad para personas de todas las edades, gracias a la división de las etapas de producción. Especialmente quienes ya han superado la edad laboral, aún pueden generar ingresos. Al entrar en el pueblo, es fácil ver a un estudiante cortando y esparciendo hojas de morera para alimentar a los gusanos de seda, o a un anciano separando tranquilamente capullos en medio del patio. Aunque no es demasiado difícil, cuidar de los gusanos de seda desde que incuban los huevos hasta que crecen y forman capullos, secando la seda al sol para que brille lo suficiente... requiere mucha mano de obra y trabajo constante desde temprano por la mañana hasta bien entrada la noche.
Los gusanos de seda son muy sensibles al clima y la humedad, y hoy en día se crían en cámaras frigoríficas con deshumidificadores para garantizar un ambiente estable. Cada familia asume una etapa: esta incuba los huevos y cría los gusanos de seda para obtener las crías, la siguiente cría gusanos de seda grandes para capullos amarillos, y la tercera cría gusanos de seda para capullos blancos. Gracias a las técnicas de cámara frigorífica, la raza de gusanos de seda de capullo blanco, que antes se criaba solo en invierno y primavera, ahora puede criarse durante todo el año, lo que ofrece mayor productividad y mayor rentabilidad que la de capullos amarillos. Sin embargo, debido a la demanda del mercado, la gente todavía prefiere criar ambos. 
A medida que aumenta la demanda de materiales naturales o productos terminados de morera y gusanos de seda, la industria de la sericultura siempre ha mantenido una producción estable. Cada hogar suele tener entre 8 y 10 bandejas para gusanos de seda, con una productividad de 3 lotes al mes, generando ingresos de cientos de millones de dongs al año.
Los capullos dorados y blancos, cuidados y apreciados meticulosamente día y noche por quienes “comen de pie”, ahora se han convertido en bienes preciosos que traen “oro y plata” y prosperidad a cada familia en Hong Phong.
Revista Heritage
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