
Cálculos de Vietstats a partir de la Encuesta sobre el Nivel de Vida de los Hogares de 2024 - Gráfico: D.T. ANH TUAN
Según la Encuesta sobre el Nivel de Vida de los Hogares de 2024, realizada por la Oficina General de Estadística y un análisis de Vietstats, en promedio, cada ciudadano solo disfruta de alrededor del 57 % del PIB per cápita. Esta cifra revela una paradoja: la economía crece, pero la población no se beneficia tanto como debería.
Alto PIB, bajos ingresos
En importantes centros económicos como Ciudad Ho Chi Minh, Hanói , Bac Ninh y Quang Ninh, el PIB per cápita es superior a la media nacional. Sin embargo, la relación ingresos/PIB es baja, oscilando entre tan solo el 31 % y el 56 %. Esto refleja la realidad de que gran parte del valor económico generado no revierte en los bolsillos de los residentes locales.
La razón principal radica en la dependencia de la estructura de desarrollo de la inversión extranjera directa (IED) y de las industrias exportadoras. Los trabajadores migrantes, es decir, aquellos que trabajan en centros industriales pero residen en otros lugares o tienen familiares en sus lugares de origen, también distorsionan los datos de ingresos.
Además, la mayor parte del PIB se compone de impuestos y contribuciones, no de ingresos personales. El actual mecanismo de descentralización presupuestaria central-local reduce aún más la proporción del valor retenido para el desarrollo local.
Todas estas razones significan que el modelo de desarrollo basado en la industrialización y la inversión a gran escala, si bien genera grandes resultados, carece de mecanismos para asegurar una distribución justa para los trabajadores, tanto a nivel nacional como local.
Cuando los ingresos exceden la escala de la economía.
A diferencia de los centros industriales, localidades como Can Tho, An Giang , Dong Thap y Vinh Long presentan una alta proporción de ingresos respecto del PIB, que alcanza el 80-90 %. Si bien se trata de regiones con PIB modestos, gran parte del valor económico se retiene y se transforma en ingresos reales para la población.
La razón principal es la fragmentada estructura económica agrícola y de servicios. En este sistema, los productores también se benefician, lo que evita la fuga de valor a otras regiones. Otro factor importante es el flujo de remesas nacionales, lo que significa que los trabajadores abandonan sus lugares de origen para trabajar en zonas desarrolladas y envían dinero a casa, lo que contribuye al aumento de los ingresos en sus comunidades locales, incluso sin impulsar el PIB.
Cabe destacar que, a pesar de la alta relación ingresos/PIB, los ingresos absolutos en estas localidades siguen siendo bajos, oscilando entre 50 y 62 millones de VND por persona al año. Además, estas zonas carecen de un impulso de crecimiento a largo plazo y son vulnerables al cambio climático y a las fluctuaciones del mercado agrícola.
Del crecimiento a la prosperidad y sus implicaciones políticas
Si queremos que el crecimiento sea realmente la base de la prosperidad, necesitamos políticas coordinadas para reducir la brecha entre el PIB y el ingreso.
En primer lugar, es necesario aumentar la contribución del valor añadido a los trabajadores. Es necesario desarrollar una política de salario mínimo flexible, vinculada al nivel de vida local. Las empresas con buenas políticas de bienestar, formación profesional y mano de obra local deberían recibir incentivos fiscales. En particular, se debería exigir a las empresas con IED que aumenten sus contribuciones a la comunidad y a los trabajadores locales.
En segundo lugar, es crucial mejorar las condiciones de vida y retener a los trabajadores. El fenómeno de "el PIB se queda, los ingresos se van" provoca una importante fuga de ingresos tanto a nivel nacional como local. Por lo tanto, el gobierno y las autoridades locales deben invertir considerablemente en vivienda social, escuelas y hospitales, y mejorar los servicios públicos para retener a los trabajadores y sus familias.
En tercer lugar, es necesario establecer un mecanismo de redistribución más eficiente y equitativo. El gobierno debe reformar las políticas del impuesto sobre la renta para mejorar su capacidad de regulación y reasignación de recursos.
Utilizar los ingresos fiscales para invertir en educación y atención sanitaria públicas, apoyar la formación profesional y ampliar el sistema de seguridad social no es sólo una forma de redistribución del ingreso, sino también una manera eficaz de transformar el valor económico en beneficios tangibles para la gente.
En cuarto lugar, la transparencia de los datos y el fortalecimiento de la capacidad estadística son cruciales. Las discrepancias entre el PIB y los ingresos también pueden deberse a la falta de transparencia y a la debilidad de las capacidades estadísticas. Por lo tanto, la integración de bases de datos sobre residencia, trabajo, ingresos y empresas es necesaria para rastrear con precisión el flujo de valor en la economía.
En resumen, el PIB es un indicador importante, pero no el objetivo final. Mientras la brecha entre el PIB y los ingresos siga siendo amplia, el crecimiento no será sinónimo de desarrollo. Para lograr una economía próspera para 2045, se necesitan políticas que se centren no solo en la producción, sino también en garantizar una distribución equitativa, invertir en las personas y mejorar la calidad de vida.
¿Por qué los ingresos no siguen el ritmo del PIB?
La diferencia entre el PIB y el ingreso refleja la naturaleza de la distribución en la economía. El PIB incluye las ganancias corporativas, los impuestos indirectos y la reinversión. Estos factores no se traducen directamente en ingresos para la población.
Otro factor es la migración laboral. Cuando los trabajadores producen valor en un lugar, pero residen y lo consumen en otro, los ingresos se contabilizan en el lugar de residencia, mientras que el PIB se calcula en el lugar de producción. Además, la prevalencia del trabajo informal y sin seguro dificulta que el sistema estadístico refleje con precisión los ingresos reales.
Particularmente en las zonas altamente industrializadas, la mayor parte del valor agregado se concentra en unas pocas grandes empresas o inversores, mientras que los trabajadores disfrutan de salarios bajos y oportunidades limitadas para el desarrollo de habilidades.
En última instancia, el crecimiento del PIB puede ser impulsado por la inversión en maquinaria y tecnología sin crear empleos adicionales de calidad, lo que da como resultado que la productividad laboral no vaya acompañada de mejores ingresos.
Fuente: https://tuoitre.vn/khoang-cach-giua-gdp-va-thu-nhap-ai-huong-loi-tu-tang-truong-20250607091952609.htm






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