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Los momentos restantes de la juventud

Una mañana de principios de semana, iba conduciendo al trabajo como de costumbre cuando vi a un grupo de estudiantes tomando fotos justo en la zona del Museo de Culturas Étnicas Vietnamitas. El grupo de estudiantes de último año, con sus radiantes y fluidos ao dai, creaba juntos momentos inolvidables para preservar una época de juventud.

Báo Thái NguyênBáo Thái Nguyên08/06/2025

Los estudiantes de último año toman fotografías para guardar los momentos restantes de la juventud.
Los estudiantes de último año toman fotografías para guardar los momentos restantes de la juventud.

Me detuve para observar a los jóvenes, los dueños del país en el futuro. Mis amigos y yo también tuvimos una hermosa juventud como esa. En aquella época, había despedidas al final del curso escolar, había líneas en el anuario que se "mojaban antes de ser intercambiadas", había fotos en el patio de la escuela como recuerdos, pero no había fotos de anuario bien aprovechadas como las de hoy. Nadie sabe cuándo aparecieron las fotos de anuario, pero cuando hablamos de anuarios, a menudo imaginamos fotos que encapsulan un viaje de estudio y juego bajo el querido techo de la escuela, fotos que conservan recuerdos del último año escolar.

Cuando se trata de anuarios, la primera imagen que viene a la mente es, sin duda, la de los uniformes. El blanco puro de la camisa, combinado con pantalones o faldas, sencillo pero lleno de recuerdos. Antes, íbamos a la escuela sin uniforme; la ropa que no necesitaba remiendos se consideraba un lujo. Pero ahora, todos los alumnos de primaria llevan uniforme. Los uniformes no son solo ropa para ir a la escuela, sino también un símbolo de conexión, de una infancia inocente, despreocupada y pura. En las fotos de los anuarios, los uniformes cobran aún más significado, porque representan la armonía de imágenes, la armonía de almas y los sueños comunes de la edad escolar.

En cuanto a los anuarios, el ao dai blanco puro, ondeando al viento, realzando la belleza dulce y tímida de las alumnas, será una imagen inolvidable. Al llevarlo, las chicas "sienten de repente que han crecido", más dulces, con la inocencia y la pureza propias de la edad escolar. Las fotos tomadas con ao dai poseen una belleza única, a la vez tradicional y moderna, romántica y elegante. El ao dai blanco ondea al viento, creando una escena pintoresca que evoca poemas y dulces canciones de amor.

Las fotos de graduación ahora no solo se elaboran cuidadosamente con vestuario, sino también con la creatividad constante de estudiantes y equipos de fotografía. Liberados de los viejos estereotipos, los jóvenes han experimentado con audacia con conceptos únicos, que llevan el sello de cada clase. Algunas clases eligieron conceptos que recreaban juegos populares infantiles, con disfraces de Ao Ba Ba y bufandas, que evocaban una infancia inocente y hermosa. Otras clases se transformaron en estudiantes de la década anterior, con vestuario retro y bicicletas antiguas, transportando a los espectadores a una época muy lejana.

No solo se trata del concepto, sino que los lugares para tomar fotos de anuario también son cada vez más diversos. El espacio escolar sigue siendo la opción predilecta, ya que es donde se guardan la mayor parte de los recuerdos. Sin embargo, los estudiantes también buscan hermosos lugares al aire libre, como parques, campos, cafeterías antiguas o incluso sets de rodaje elaborados. Cada lugar tiene su propia belleza, lo que contribuye a crear fotos de anuario únicas, impregnadas del estilo de cada clase.

Detrás de cada foto del anuario hay una historia, un recuerdo, una emoción. Son las carcajadas al posar, los abrazos fuertes, las miradas cariñosas. Es el momento en que toda la clase comparte historias felices y tristes, sueños y planes para el futuro. Porque el anuario no solo registra imágenes, sino también las emociones más genuinas de la vida estudiantil.

Cada foto del anuario transmite un mensaje único. Algunas fotos muestran el dinamismo y el entusiasmo de la juventud. Otras rezuman una mirada contemplativa, reflexionando sobre el pasado y el futuro. Pero, sobre todo, las fotos del anuario muestran amistad, una profunda relación entre profesor y alumno, y amor por la escuela donde vivieron juntos. Estos son valores que no se miden con dinero, sino que solo se sienten con el corazón.

Cuando las cigarras cantan en las flores rojas del fénix en el patio del colegio, es también el momento en que en el corazón de cada estudiante de último año resuena la conmovedora canción: "¿Y quién sabe si nos volveremos a encontrar algún día?". En ese momento, estar juntos, posar para una foto, basta para disipar toda tristeza y borrar todos los conflictos. La amistad se fortalece y estrecha a través de gestos cariñosos, el compartir sincero y el compañerismo en ese camino. Para los estudiantes de hoy, tomarse las fotos del anuario se ha convertido en un evento importante, una parte memorable de sus años escolares. Por eso, todo se prepara meticulosamente, con cuidado y minuciosidad, como si trabajara un equipo profesional. Pocas personas pueden resistirse a la tentación de tomar fotos cuando son jóvenes.

La vida transcurre a toda velocidad, sin esperar a nadie. Y nadie tiene la magia para capturar la belleza de la juventud para siempre. Las fotos de graduación ayudan en parte a cada persona a luchar contra el olvido del tiempo, o al menos abren la puerta a momentos de rememoración en momentos de tranquilidad y reflexión.

Un poeta escribió: «Los recuerdos son hermosas alfombras que de vez en cuando se sacan a secar». Después de diez o veinte años, existe la oportunidad de reencontrarse en una reunión de antiguos alumnos o en un evento especial. Los amigos se reúnen alrededor de fotos antiguas del anuario, nombran a esa persona, reflexionan sobre su imagen y cuentan historias tras ellas. Esas historias hacen que las personas se sientan sublimes en el espacio de los recuerdos y se den cuenta de su propia madurez a través de cada etapa que han vivido.

El anuario no solo es un hito que marca el final de un viaje, sino también una promesa de futuros reencuentros, un hilo que conecta corazones sin importar la distancia. Así, mañana, al mirar esas fotos, sonreiremos al recordar una hermosa juventud, una época de camisas blancas de ensueño que solían ser parte indispensable de nuestras vidas.

Fuente: https://baothainguyen.vn/van-hoa/202506/khoanh-khac-thanh-xuan-con-lai-8990804/


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