Lucha contra el contrabando y la falsificación: sin zonas prohibidas ni excepciones
Anteriormente, el Primer Ministro Pham Minh Chinh había recibido muchas instrucciones drásticas sobre la lucha para prevenir y repeler el contrabando, el fraude comercial, los productos falsificados y la violación de los derechos de propiedad intelectual, incluso en los campos de alimentos y medicamentos.
En cualquier sociedad, los alimentos y los medicamentos —que sustentan y salvan vidas— deben resguardarse. Un país no puede considerarse desarrollado si productos falsificados se infiltran en las comidas diarias y los botiquines de cada familia.
Situación alarmante
Los productos falsificados, especialmente en los sectores de alimentos y medicamentos, ya no son un fenómeno aislado, sino que se han convertido en un problema generalizado con métodos cada vez más sofisticados.
En cuanto a los medicamentos, la OMS advierte que aproximadamente el 10% de los que circulan en países en desarrollo son falsificados. En Vietnam, esta situación muestra signos de aumento y se está extendiendo.
El ejemplo más reciente es el caso de una red de producción y comercialización de productos farmacéuticos falsificados a gran escala, desmantelada recientemente por la Policía Provincial de Thanh Hoa a principios de abril de 2025. El grupo obtuvo ganancias ilegales de casi 200 mil millones de dongs en tan solo cuatro años. Esto no solo constituye una violación económica , sino también un delito que perjudica directamente la salud pública.
No sólo en las cadenas de producción concentradas, la mezcla de medicamentos reales con medicamentos falsos para generar confianza y luego venderlos ampliamente a través de redes sociales y plataformas de comercio electrónico también muestra un preocupante nivel de sofisticación.
A nivel internacional, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cada año entre 72.000 y 169.000 niños mueren por tomar medicamentos falsos contra la neumonía, y 116.000 por medicamentos falsos contra la malaria. ¿Cuántos niños mueren en Vietnam por medicamentos falsos? Estas cifras son, sin duda, innegables.
En cuanto a alimentos, se ha descubierto la venta abierta de desde salsa de pescado, glutamato monosódico y aceite de cocina hasta verduras impregnadas en productos químicos y carne congelada caducada. Según el Departamento General de Gestión de Mercados, solo en 2023 se gestionaron más de 2800 infracciones relacionadas con alimentos falsificados y de mala calidad; en particular, la publicidad engañosa de alimentos funcionales proliferaba en redes sociales y plataformas de comercio electrónico, creando un entorno propicio para la falsificación de productos.
Consecuencias imprevisibles: la salud del pueblo y el honor nacional
En primer lugar, amenaza directamente la salud y la vida de las personas .
La comida contaminada y los medicamentos falsificados no solo causan intoxicación inmediata, sino que también conllevan consecuencias a largo plazo como cáncer, insuficiencia hepática y renal, trastornos metabólicos e infertilidad. En particular, el uso de medicamentos de mala calidad puede prolongar la enfermedad, generar resistencia a los medicamentos o empeorarla debido a la pérdida de la etapa dorada del tratamiento. Estos son los precios que los pacientes deben pagar no solo en dinero, sino también en vida y confianza.
En segundo lugar, causa grandes daños a la economía y a la reputación nacional.
Los productos falsificados hacen que las personas pierdan dinero y sufran, a la vez que aumentan los costos médicos , desperdician presupuestos y causan pérdidas en la productividad laboral. Además, permitir la proliferación de productos falsificados también daña gravemente la reputación de los productos vietnamitas en el mercado internacional. Industrias consideradas sectores clave de exportación, como la farmacéutica, los alimentos procesados y los productos agrícolas, pueden verse afectadas por algunos casos de productos falsificados que generan mala reputación.
Lo que es más preocupante es que existen numerosos casos de productos alimenticios de baja calidad devueltos del extranjero que se venden en el país. Es una paradoja inaceptable que la población nacional tenga que consumir productos rechazados por el mercado internacional. Estos alimentos deben ser destruidos de inmediato y con determinación. Una política correcta no solo debe proteger el mercado, sino también la dignidad nacional.
En tercer lugar, asfixiar a las empresas legítimas.
En un entorno contaminado por productos falsificados y falsificados, las empresas que invierten seriamente en la calidad de sus productos y cumplen con los procedimientos de inspección suelen encontrarse en desventaja. Tienen que competir deslealmente con productos baratos y de baja calidad que se anuncian de forma atractiva, aprovechándose de la ingenuidad de los consumidores. Esta manipulación del mercado no solo erosiona la confianza, sino que también reduce la motivación para la creatividad, la innovación tecnológica y la expansión de la inversión en empresas decentes. Sin la protección del sistema legal y la gestión estatal, los "verdaderos artistas" se verán rechazados por el mismo mercado que quieren ayudar a crear.
Las autoridades centrales han tomado medidas drásticas, implementando muchas soluciones para inspeccionar y controlar el mercado - Foto: VGP/MT
¿Por qué siguen proliferando los productos falsificados?
En primer lugar, se debe a las enormes ganancias que generan productos esenciales como alimentos y medicamentos. Una pastilla falsa puede generar ganancias cientos de veces superiores a su costo. Producir una botella de salsa de pescado falsa cuesta solo unos miles, pero se vende a un precio elevado gracias a la marca falsa.
En segundo lugar, aún existen numerosas lagunas en la gestión estatal. La inspección y la postinspección no son exhaustivas ni eficaces. La coordinación intersectorial entre salud, industria y comercio, agricultura, policía y gestión del mercado aún no está sincronizada. La concesión de licencias y el registro de productos suelen ser formalistas y carecen de verificación efectiva.
En tercer lugar, las sanciones no son lo suficientemente fuertes como para disuadir. Muchos casos se sancionan administrativamente, no se procesan, y la información sobre las infracciones no se hace pública, lo que hace que los infractores sean "inmunes ante la ley". Mientras tanto, los consumidores carecen de información y se dejan engañar fácilmente por anuncios de "curas milagrosas" o productos promocionales baratos.
Es necesaria una verdadera lucha: por la salud de las personas y la dignidad nacional.
La lucha contra la falsificación en el sector alimentario y de medicamentos debe ser una lucha real, integral y sistemática, movilizando herramientas jurídicas, de gestión, tecnológicas y sociales, por la salud de las personas, por el honor nacional y por una economía decente.
En primer lugar, hay que reforzar el control sobre toda la cadena, desde la entrada hasta la circulación.
La gestión debe implementarse estrictamente desde los materiales de entrada, las condiciones de producción y procesamiento hasta los procesos de circulación y distribución. Es necesario pasar de la inspección previa formal a una inspección posterior sustancial, aumentar la frecuencia de las inspecciones, realizar controles sorpresa y dar a conocer las infracciones. La trazabilidad electrónica debe aplicarse ampliamente, como una barrera técnica eficaz y como base para que los consumidores busquen y elijan productos seguros.
En segundo lugar, hay que reforzar las sanciones y un tratamiento estricto. No podemos seguir tratando a la ligera la falsificación de alimentos y medicamentos. Necesitamos gestionar con firmeza los casos penales y enjuiciar a las organizaciones e individuos que infringen la ley. Al mismo tiempo, debemos identificar públicamente, retirar del mercado todos los productos infractores y prohibir permanentemente los establecimientos que reincidan deliberadamente en la infracción. Los actos que perjudican la salud pública deben considerarse delitos imperdonables.
En tercer lugar, aplicar la tecnología para lograr la transparencia del mercado y proteger a los consumidores. Es necesario crear un sistema nacional de alerta sobre productos falsificados en los sectores médico y alimentario, integrado en una plataforma digital y conectado a los sistemas de gestión del mercado, médicos, aduaneros y policiales. Se necesitan herramientas para consultar rápidamente productos, marcas y números de registro, y denunciar fácilmente indicios de infracciones.
En cuarto lugar, fomentar la concienciación social y la participación comunitaria. Los productos falsificados existen no solo debido a lagunas institucionales, sino también por la facilidad e incluso la indiferencia en el consumo. Por lo tanto, es necesario fortalecer la comunicación y la educación comunitaria, afirmando que «la seguridad de los alimentos y las pastillas es un derecho fundamental y sagrado de todo ser humano » . Al mismo tiempo, es necesario promover la supervisión social de las organizaciones profesionales, las asociaciones industriales y los consumidores, como un segundo nivel de defensa independiente y proactivo.
Tratar con rigor y prontitud las violaciones a la ley sobre la producción y comercialización de bienes esenciales para la vida de las personas, especialmente productos lácteos, medicamentos modernos y alimentos que protegen la salud - Foto ilustrativa
No puede haber zonas grises para las mentiras.
La directiva del Secretario General To Lam establece un límite ético claro: no hay lugar para el engaño en áreas relacionadas con la vida humana. Un país civilizado no puede permitir la presencia de productos falsificados en alimentos y medicamentos. Un estado constructivo no puede permitir que su gente coma con ansiedad y tome medicamentos con dudas.
Podemos tolerar errores en la gestión, podemos aceptar algunos riesgos en la política, pero no podemos en absoluto comprometernos con mentiras que amenacen la vida humana.
Por eso, hagamos todo lo posible, con leyes estrictas, con tecnología moderna, con la conciencia de los responsables, para realizar la directiva del Secretario General: No dejar que ni una sola pastilla ni un paquete de comida falsa pasen por el sistema de protección del Estado.
Fuente: https://baolangson.vn/khong-duoc-phep-gia-doi-voi-su-song-con-nguoi-5050673.html
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