¿Por qué los automóviles generalmente consumen menos combustible cuando circulan por la carretera que por la ciudad?
La razón es sencilla: al conducir por la ciudad, hay que parar y arrancar constantemente en semáforos en rojo, en atascos o al ceder el paso. Este proceso consume mucho combustible, ya que el coche no puede mantener una velocidad constante y tiene que acelerar constantemente desde parado. Además, el motor debe esforzarse más al ralentí, especialmente en congestiones de tráfico.
Por el contrario, al conducir en autopista, un coche puede mantener una velocidad constante durante largos periodos. La inercia ayuda a mantener el movimiento sin acelerar constantemente, especialmente en vehículos tradicionales con motor de combustión interna.
RPM del motor y transmisión: El secreto detrás del consumo de combustible
Uno de los factores clave que influye en el consumo de combustible es la velocidad del motor (RPM). Cuanto más rápido gira el motor, más combustible se inyecta en los cilindros. Cada revolución requiere inyección de combustible para generar potencia, por lo que, a mayores RPM, más combustible consume el vehículo.
Tres modelos de coches de bajo consumo que todavía despiertan indiferencia entre los clientes vietnamitas.
Para que sea más fácil de entender, imagina que vas en bicicleta. En una marcha baja, pedaleas suavemente, pero la bicicleta va despacio. Al cambiar a una marcha más alta, el pedaleo se vuelve más duro, pero recorres más distancia con cada giro. Los coches funcionan de forma similar, gracias a la coordinación entre la caja de cambios y el motor para optimizar el consumo de combustible en cada velocidad.
Los coches modernos con transmisión automática tienen varias marchas, a veces hasta 8-10, lo que permite mantener bajas las revoluciones del motor a altas velocidades. Esto permite conducir a 100 km/h con el motor funcionando con suavidad, ahorrando combustible.
¿Cuál es la velocidad ideal para la eficiencia del combustible?
Cada coche es diferente debido a su relación de transmisión. En realidad, la velocidad a la que se puede viajar en la marcha más alta y con las RPM del motor más bajas posibles es la velocidad óptima para el ahorro de combustible, pero la respuesta es mucho más que eso.
Un estudio de 2017 realizado por Transport for New Zealand recopiló datos de numerosos informes internacionales y concluyó que el menor consumo de combustible se logra cuando se mantiene una velocidad constante entre 50 y 80 km/h.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que un coche que circula a 90 km/h consume un 23 % más de combustible que uno que circula a 110 km/h. Otro estudio del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) indica además que conducir a 90 km/h es un 30 % más eficiente en términos de combustible que conducir a 120 km/h, afirma el informe.
Además de agregar más marchas a la transmisión, la eficiencia del combustible también depende de muchos factores como: tipo de vehículo (sedán, SUV, camioneta...), peso del vehículo y de la carga, condiciones de la carretera y del clima, presión de los neumáticos, mantenimiento regular y tecnología moderna para optimizar el rendimiento incluso a altas velocidades.
Hoy en día, los fabricantes de automóviles mejoran cada vez más la aerodinámica, reducen la fricción de los neumáticos y aplican tecnología de transmisión avanzada para que los vehículos ahorren combustible incluso a altas velocidades. Esto significa que, a velocidades como 100 km/h o incluso 110 km/h, el consumo de combustible puede mantenerse a un nivel razonable si el vehículo está diseñado de forma óptima.
Sin embargo, recuerda que la velocidad más eficiente en combustible no significa necesariamente la más rápida. Conducir a una velocidad moderada y constante, evitando frenazos bruscos, sigue siendo la mejor manera de minimizar el gasto de combustible por viaje.
Fuente: https://baonghean.vn/lai-xe-o-to-o-toc-do-nao-la-tiet-kiem-nhien-lieu-nhat-10303699.html






Kommentar (0)