Puntos de inflexión institucionales en la era digital
De hecho, cualquier país que aproveche las oportunidades en estas tres áreas tendrá una clara ventaja en la cadena de valor global. Tras la crisis financiera de 1997, Corea del Sur eligió los semiconductores como su principal fuente de ingresos y lo logró gracias al firme apoyo del gobierno . Singapur creó hace muchos años un marco legal para entornos de pruebas financieros, seguridad de datos y políticas de atracción de talento en IA, convirtiéndose así en el centro tecnológico y financiero de Asia.
Sin embargo, para convertir el potencial en poder, cada pilar requiere acciones sustantivas distintas, más allá del marco nominal de la ley.
Para la industria de semiconductores, el reto no solo reside en atraer a corporaciones globales para que establezcan fábricas de ensamblaje y prueba (ATM), sino también en ayudar a Vietnam a ascender en la cadena de valor y participar en el diseño y la producción de pruebas. Las políticas deben centrarse en la formación de ingenieros de diseño de microchips, la creación de incentivos especiales para las empresas emergentes en este campo y el fomento de la I+D nacional.
Con la inteligencia artificial (IA), es necesario especificar la legislación, incluyendo regulaciones sobre la construcción y el intercambio de Big Data, un corredor legal sobre la ética de la IA y un mecanismo para determinar la responsabilidad cuando los sistemas de IA causan daños. Sin estas regulaciones, la IA será difícil de aplicar ampliamente y corre el riesgo de ser objeto de abuso.
Vietnam llegó tarde, pero si somos astutos, podemos aprovechar la ventaja de "llegar después para aprender" y evitar los errores de quienes nos precedieron. La pregunta es: ¿se quedará esta ley en el simple hecho de nombrar y declarar, o se convertirá realmente en una herramienta política eficaz para transformar el potencial en verdadera fuerza?
Un punto importante de la Ley de la Industria de Tecnología Digital es el reconocimiento y la clasificación de los activos digitales, incluyendo activos virtuales, criptoactivos y otros activos digitales. Este es un avance significativo, ya que Vietnam se encuentra entre los tres países con mayor tasa de adopción de criptomonedas a nivel mundial, con más del 20% de su población en posesión de criptomonedas. Se estima que los flujos de capital de blockchain en el período 2023-2024 alcanzarán los 105 000 millones de dólares. Sin embargo, esta atracción también conlleva numerosos riesgos potenciales.
Para comprenderlo con claridad, debemos recordar la lección histórica de la emisión monetaria. Antes de 1929, en Estados Unidos, los bancos comerciales podían emitir su propio dinero, respaldado por oro o plata. Cuando se estableció la Reserva Federal en 1913, el dólar federal coexistía con el dinero de los bancos privados. Este sistema colapsó durante la Gran Depresión de 1929, y se prohibió la emisión de dinero por parte de los bancos privados. Posteriormente, Estados Unidos eliminó el vínculo entre el dólar y el oro, iniciando la era del dinero fiduciario.
Hoy en día, con las criptomonedas, cualquiera puede emitir una nueva moneda digital. Su valor se basa completamente en la confianza y el sentimiento del mercado, y no está controlado por ningún banco central. Ante este riesgo, el gobierno estadounidense intervino. En 2025, se promulgó una ley de monedas estables que obligaba a los emisores a garantizar su valor 1:1 con los dólares estadounidenses emitidos por la Reserva Federal, para limitar el riesgo sistémico.
Además de las monedas estables, el Congreso de EE. UU. también está debatiendo la Ley Genius 2025, un proyecto de ley integral sobre activos digitales. Según el experto Vu Quang Viet, este proyecto de ley establece tres pilares importantes:
Primero: Clasificación clara: Identificar qué activos digitales son valores, materias primas o medios de pago para asignarlos a la agencia reguladora correcta (Comisión de Valores, Comisión de Bolsa y Valores o Fed).
Segundo: Normativa sobre responsabilidad jurídica: Exigir a los emisores transparencia informativa y garantizar los derechos de los inversores, prevenir el fraude.
Tercero: Establecer un mecanismo de monitoreo tecnológico: Obligar a los exchanges y monederos electrónicos a cumplir con estándares de ciberseguridad y antilavado de dinero.
En ese contexto, la Ley de la Industria de Tecnología Digital de Vietnam debe ir un paso más allá: no solo definir "otros activos digitales", sino también clasificarlos específicamente e identificar al organismo de gestión directa. De lo contrario, el riesgo de "encubrimiento" es muy alto, lo que genera desconfianza entre los inversores y crea lagunas legales para la comisión de delitos financieros.
Otro avance de la ley es la política de atracción de recursos humanos de alta calidad. Para los vietnamitas, la ley permite la contratación directa en organismos estatales, e incluso el nombramiento de líderes sin planificación. Para los expertos internacionales, la ley ofrece incentivos como tarjetas de residencia temporal de 5 años y la exención del impuesto sobre la renta personal durante los primeros 5 años.
Estas regulaciones son audaces e innovadoras. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué son los recursos humanos de alta calidad en tecnología digital? Sin un mecanismo transparente, el riesgo de aprovecharse de las políticas y convertir los incentivos en solicitudes y subvenciones es real.
Para evitarlo, es necesario establecer una junta de evaluación independiente que reúna a expertos de prestigio para realizar evaluaciones objetivas y públicas. Al mismo tiempo, es importante recordar que los incentivos son solo una pequeña parte. Lo que retiene el talento es un ecosistema creativo atractivo: instalaciones de investigación modernas, entornos de vida convenientes y una competencia sana, como lo han hecho con éxito Singapur, Dubái o Shenzhen.
De la ley a la acción: Necesidades urgentes y barreras a superar
Para que la Ley de la Industria de Tecnología Digital entre realmente en vigor, son de suma urgencia las siguientes acciones:
En primer lugar, hay que emitir documentos sub-ley de manera temprana y detallada: es necesario contar pronto con decretos y circulares que especifiquen conceptos como "otros activos digitales", establezcan un mecanismo de espacio aislado y, sobre todo, definan claramente las responsabilidades de gestión estatal, posiblemente aprendiendo de las experiencias de Estados Unidos y Singapur.
En segundo lugar, hay que crear una estrategia integral de recursos humanos: es necesario formar un entorno de investigación verdaderamente creativo, que conecte institutos, escuelas y empresas, en lugar de limitarse a los incentivos fiscales.
En tercer lugar, garantizar una gestión transparente: para el reclutamiento de talentos en las agencias estatales, se necesita un mecanismo de seguimiento estricto y público para evitar que las políticas innovadoras se conviertan en "puertas traseras" para los intereses de grupo.
En cuarto lugar, la planificación centralizada del desarrollo: el gobierno debe seleccionar unas cuantas áreas clave para concentrar la inversión en infraestructura, creando un ecosistema lo suficientemente grande y evitando que las localidades se desarrollen según las tendencias.
En quinto lugar, establecer un auténtico mecanismo de colaboración público-privada: Empresas, asociaciones sectoriales y expertos deben participar desde el principio en el proceso de formulación y seguimiento de políticas a través de consejos asesores con poder real. Las leyes solo pueden sobrevivir si reflejan fielmente las necesidades y realidades del mercado.
La implementación de las acciones mencionadas sin duda enfrentará numerosos desafíos. Estos incluyen la falta de coordinación entre ministerios y sectores, y el riesgo de encasillamiento en la gestión de nuevas áreas, como los activos digitales.
En retrospectiva, la Ley de Empresas de 1999 marcó un antes y un después en la economía privada. Hoy, la Ley de la Industria de Tecnología Digital puede convertirse en un hito similar, si sabemos cómo convertir las aspiraciones en acciones reales.
Especialmente con los activos digitales, esto es un arma de doble filo. Si se gestiona bien, puede promover la innovación y crear nuevos canales para la movilización de capital. Pero si hay falta de supervisión, puede desestabilizar el sistema financiero. La historia de la emisión monetaria en EE. UU. y la lección de la inflación en Vietnam son ejemplos valiosos. La comparación con la Ley Genius de 2025 muestra que el mundo avanza a un ritmo acelerado, y Vietnam no puede simplemente "declarar el concepto" sin un marco de acción específico.
Por lo tanto, la ley no puede ser un simple manifiesto. Debe ir acompañada de medidas de implementación transparentes, drásticas y oportunas. Solo así Vietnam podrá lograr un avance significativo, consolidando su posición como nación innovadora, integrándose profundamente en la cadena de valor global y manteniendo una base socioeconómica estable.
Fuente: https://nhandan.vn/luat-cong-nghiep-cong-nghe-so-can-nhung-buoc-trien-khai-minh-bach-quyet-liet-va-kip-thoi-post906012.html
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