
Esa historia, aparentemente insignificante, aborda una gran preocupación de la sociedad. ¿Se sirven las comidas escolares de forma decente y transparente en otras escuelas? Anteriormente, en Da Lat, padres y administradores de la Escuela Primaria Trung Vuong presentaron una queja contra el director por contratar a un proveedor para que llevara comida sucia a la cocina. En la provincia de Quang Tri, 40 alumnos del Internado Primario Kim Thuy fueron hospitalizados tras desayunar banh tay... Durante muchos años, los padres han expresado continuamente su enojo en las redes sociales y acudieron a la escuela para denunciar numerosos incidentes relacionados con las comidas de los estudiantes. Esa preocupación, a veces llevada al extremo, sigue surgiendo de una mentalidad legítima: el deseo de que sus hijos coman lo suficiente, coman de forma limpia y sean respetados.
Para quienes realmente se dedican a la educación , cada vez que escuchan sobre la mala calidad de las comidas estudiantiles en algún lugar, es desgarrador. No solo por el daño a su reputación profesional, sino también por la sensación de impotencia ante la creciente fragilidad de la confianza de los padres en la escuela. Una comida en un internado cuesta solo unas decenas de miles de dongs, pero no solo tiene valor material, sino también una muestra de conciencia, personalidad y ética profesional.
Cuando los estudiantes consumen una comida "cortada", no solo pierden energía física, sino que también sufren daños mentales. Se les enseña honestidad, justicia y amor a diario, pero son víctimas de quienes les proporcionan un arroz de tan mala calidad. Estos incidentes pueden no ser comunes, pero cada vez que ocurren, es como una aguja que se clava en el corazón de millones de profesores que intentan mantener la imagen de "profesores". Tan solo unas pocas personas sin transparencia han dañado la reputación de toda la industria.
La mayoría de estos incidentes negativos suelen olvidarse rápidamente, ya que es difícil aclarar el precio de una comida. El incidente suele evaluarse emocionalmente y luego se deja pasar con la ira y el olvido de los involucrados. Es hora de que el sector educativo y las autoridades locales establezcan regulaciones claras, con supervisión sistemática, que identifiquen la calidad de las comidas escolares como parte de la educación del carácter y la ética pública. Muchos expertos proponen instalar cámaras de vigilancia en todas las cocinas de los internados, para que los padres puedan supervisar a distancia. Cuando la supervisión pública se convierta en la norma, el escepticismo de la comunidad será reemplazado gradualmente por el respeto.
Mantener intacto el plato de arroz del estudiante también es una forma de preservar la confianza y la imagen pura del entorno educativo. Además, es la manera de que cada lección de ética para perfeccionar la personalidad del estudiante no se limite a palabras vacías, sino que se exprese con las acciones más prácticas, sencillas y sinceras.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/niem-tin-trong-dia-com-hoc-tro-post818645.html
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