
Para los habitantes de Quang Nam, los caracoles no son algo extraño. Cada persona y cada lugar tiene su propia forma de prepararlos, dependiendo de los ingredientes, las especias y los secretos de cada chef.
A veces, los caracoles se cocinan y se saltean con limoncillo y lima; a veces se condimentan con jengibre fresco triturado, agua de coco o leche de coco, y se agrega coco picado o rallado; en algunos lugares, los chefs mezclan hábilmente trozos de coco viejo en la olla de caracoles para que, al disfrutar de los caracoles, pueda disfrutar del sabor rico, graso, a nuez y dulce de los trozos de coco.
Los residentes que viven cerca de ríos, lagos, estanques... son muy aficionados a los caracoles. Durante los meses soleados, cuando el nivel del agua en estos lugares se seca, la gente acude en masa a capturarlos. Por ejemplo, en Bau Ong (comuna de Dai Nghia, Dai Loc), en los días de abundancia de caracoles, se pueden recoger desde unas pocas docenas de kilos hasta cientos de kilos al día. Los caracoles se llevan a casa, se lavan, se remojan bien para eliminar la suciedad y el barro, se venden a tiendas de caracoles o se pesan para los pequeños comerciantes en el mercado.

Quang Nam cuenta con muchos restaurantes famosos de caracoles. Sin embargo, el caracol Tram conserva su encanto. El caracol Tram tiene un sabor graso, intenso y ligeramente picante, con el dulzor añadido de la caña de azúcar fresca, la hierba limón picada y las especias que impregnan cada caracol. El caldo de caracol es claro y dulce.
Según el dueño del restaurante de caracoles Tram, antes de la construcción del puente Giao Thuy, este lugar estaba apartado, lejos del centro y era poco conocido. Con la construcción del puente, el restaurante se volvió más concurrido; cada día consumía casi 100 kg de caracoles. El dueño es mayor y no hace publicidad ni alardes, pero es la exquisitez del plato y la meticulosidad del cocinero lo que atrae a los clientes.
Para preparar una olla de caracoles deliciosa y atractiva, primero hay que remojar los caracoles de arroz, lavarlos bien y limpiarlos. A cada caracol se le quita la cola y se deja secar. El salteado de caracoles determina la exquisitez del plato. Normalmente, la olla se mantiene a fuego moderado para que el sabor y la salsa se impregnen con intensidad.
Con cada caracol, simplemente tómalo y chúpalo suavemente para sentir cómo su carne crujiente y jugosa penetra profundamente en la punta de la lengua. El dulce sabor a limoncillo y caña de azúcar, el ligero toque picante del chile, el ligero aroma de las hojas de limón picadas y el intenso aroma de la cebolla frita se combinan en la rica y brillante salsa, haciéndote exclamar mientras la comes. Rompe un trozo de papel de arroz a la parrilla y sumérgelo en la rica y fundente salsa de caracoles. Disfrutar del plato de caracoles de Tram será un recuerdo inolvidable para cada comensal.
Fuente: https://baoquangnam.vn/oc-hut-tram-ben-cau-giao-thuy-3156743.html
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