Con la maravillosa paleta de colores de la naturaleza en cada sutil tono de amarillo dorado bajo la luz del sol en Ta Pa, An Giang ha creado una imagen muy pacífica en estos días de mediados de diciembre.
Ubicado al pie de las montañas Ta Pa y Co To, a aproximadamente 1 km de la ciudad de Tri Ton, el campo Ta Pa es un hermoso y orgulloso paisaje de An Giang, considerado el único campo en terrazas del delta del Mekong. Este lugar ha recibido numerosos elogios, pero quizás la etérea tranquilidad de la luz de la mañana o los poéticos atardeceres deban palparse para apreciar los momentos de paz.
Observe con atención, acercándose a los arrozales dorados que se funden con la luz del sol, que parece miel, para percibir con claridad la sencillez y honestidad de los lugareños, con su singular e interesante costumbre de "trabajar en el campo". Los agricultores se reúnen para arar y cultivar en cada zona, de un campo a otro.
Durante la temporada de cosecha, todo el campo se transforma en una imagen decorada con una poética gama de colores. Algunas zonas lucen un verde desbordante que atrae la mirada, otras un amarillo claro que se funde con el sol poniente, otras un amarillo intenso como el de los pesados granos de arroz a la espera de ser cosechados.
También hay áreas con tallos de arroz de color marrón oscuro y rastrojos desnudos, que se mezclan para crear una imagen romántica y vibrante.
La imagen de otoño aparece con la escena romántica de una brillante puesta de sol a través de la talentosa lente del fotógrafo Cao Ky Nhan.
El campo de Ta Pa se considera el más singular del delta del Mekong, gracias a la costumbre del pueblo jemer de "trabajar arduamente en el campo". Finales de noviembre y principios de diciembre de cada año son la época ideal para que los turistas disfruten yexploren el hermoso paisaje.
En los campos, los agricultores regresan del trabajo. La gente luce tan hermosa, tan valiosa. Los agricultores cultivan con diligencia los granos de arroz blanco puro, trabajando arduamente cada día para que sus rostros sean la tierra y sus espaldas el cielo, pero siempre optimistas, aman la vida y están siempre llenos de vitalidad. Los rasgos rústicos de estos agricultores, con las manos y los pies llenos de barro, añaden belleza y vitalidad a la imagen del campo.
En la montaña también se encuentra la Pagoda Ta Pa, una de las atracciones turísticas más populares al llegar a esta tierra. El templo budista jemer se encuentra cerca de la cima de la montaña, ofreciendo un ambiente tranquilo y vistas panorámicas de los arrozales.
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