Para los habitantes de la aldea de Lang Nu , especialmente para los niños, el Año Nuevo Lunar de este año tiene un significado diferente. Es el primer Tet después de que la tormenta número 3 causara graves pérdidas en toda la aldea. Para aliviar el trauma, los maestros de la nueva escuela en la zona de reasentamiento de Lang Nu organizaron actividades para dar la bienvenida a la primavera de At Ty, en las que participaron no solo los niños, sino también sus padres, creando un ambiente cálido y lleno de alegría.
Los alumnos de preescolar de la escuela de la aldea de Lang Nu (comuna de Phuc Khanh, distrito de Bao Yen, provincia de Lao Cai ) participan en una actuación de primavera.
FOTO: TUAN MINH
«Todas las escuelas de la zona se vieron afectadas tras la tormenta número 3. Entre ellas, la escuela de la aldea de Lang Nu fue la que sufrió mayores daños, tanto en personas como en bienes. Por ello, queremos brindarles a los niños y sus familias un pequeño incentivo para animarlos antes del Tet. Los alumnos están muy contentos de celebrar el Tet en la nueva escuela, y especialmente emocionados de participar con los maestros en la decoración y los preparativos para las actividades de bienvenida a la primavera», compartió la Sra. Nguyen Phuong Nga, directora del Jardín de Infancia Phuc Khanh n.° 1.
Muchas actividades como el tira y afloja, las carreras de sacos, las representaciones artísticas, especialmente la experiencia de machacar pasteles de arroz —una costumbre tradicional del pueblo Tay—, son oportunidades para conectar a los niños con sus padres, brindando alegría en los próximos días de primavera.
Padres y alumnos del jardín de infancia Lang Nu experimentan la preparación de pasteles de arroz.
FOTO: TUAN MINH
"Mi hijo está muy emocionado de venir a la escuela para participar en el programa de hoy. Yo también estoy emocionada de acompañar a los estudiantes aquí. Realmente espero que la escuela organice más actividades similares para los niños", dijo la Sra. Luong Thi Khoi, madre de un alumno del jardín de infancia Lang Nu .
Muchos padres disfrutan tomando fotos de sus hijos participando en actividades.
FOTO: TUAN MINH
Hace apenas unos meses, la aldea de Lang Nu fue el epicentro de una inundación repentina sin precedentes. 158 personas perdieron sus hogares y 56 fallecieron. La zona quedó prácticamente arrasada. Pero ahora, en la nueva zona de reasentamiento , la vida se recupera poco a poco, y los niños son la prueba más fehaciente de la perseverancia y la resiliencia de sus habitantes.
En este Tet, la risa de los niños de Lang Nu no solo anuncia una nueva primavera, sino que también simboliza la esperanza de un futuro más brillante en una tierra que una vez estuvo sumida en el dolor.
Sonrisas radiantes en los rostros de los niños de Lang Nu al participar en la actividad
FOTO: TUAN MINH







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