La Semana Dorada de China comenzará el 1 de octubre, cuando más de mil millones de chinos continentales regresarán a casa para celebrar con sus familias o viajar al extranjero, según bangkokpost.com.
Antes del evento, el gobierno tailandés, especialmente la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT), ha hecho todo lo posible para alentar a los turistas chinos a visitar la Tierra de las Sonrisas.
Esta medida se produce cuando muchos chinos ya no consideran a Tailandia un destino atractivo. Las llegadas de turistas chinos han disminuido un 35 % interanual. La TAT prevé una caída del 24 % en el número de turistas chinos que visitan Tailandia durante la Semana Dorada, en comparación con el mismo período del año pasado.
La preocupación por la seguridad, debido a los informes de accidentes, estafas, fraudes y secuestros, ha empañado la imagen de Tailandia. Los turistas chinos acuden en masa a Japón y Corea del Sur, o a destinos alternativos en la región como Vietnam y Malasia.
Reconociendo este problema, el nuevo primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, dijo al parlamento del país el 29 de septiembre que su gobierno priorizaría la seguridad y la comodidad de los turistas, al tiempo que tomaría medidas enérgicas contra los estafadores que se dirigen a los turistas.
Sin embargo, según bangkokpost.com, el mayor desafío es cómo el gobierno puede mejorar la seguridad pública para los turistas. Este es un problema sistémico que no se puede resolver con más policías patrullando los lugares turísticos ni instalando más cámaras de CCTV.
A los funcionarios tailandeses no les faltan recursos ni leyes para garantizar la seguridad pública, incluido el uso de tecnología biométrica para rastrear a los visitantes extranjeros.
Mientras tanto, la mayoría de los problemas que afectan al turismo, como incendios repentinos en hoteles y lugares de entretenimiento, infraestructura dañada, drogas ilegales o incluso fraude, pueden estar relacionados con la corrupción.
Se construyen hoteles inseguros, como aquellos que no tienen salidas de emergencia, cuando los funcionarios locales hacen la vista gorda y los desarrolladores no respetan las normas de construcción.
La inseguridad de las infraestructuras públicas, como escaleras mecánicas rotas o techos que se derrumban durante las fuertes lluvias, como se vio en el aeropuerto de Don Mueang hace unos años, suele deberse a una supervisión deficiente o inadecuada. A esto se suma el consumo desenfrenado de drogas ilegales, tanto en la comunidad como en los lugares turísticos.
Los expertos afirman que, además de mejorar la seguridad pública, es hora de que el gobierno tailandés y la TAT renueven su estrategia turística. La TAT está trabajando actualmente en una estrategia para reposicionar a Tailandia como un destino premium y sostenible, no solo uno económico. Sin embargo, en realidad, la TAT y el gobierno han estado apuntando a un gran número de turistas.
Los responsables políticos no han hecho ningún esfuerzo real para transformar la industria turística tailandesa en una que ofrezca destinos de alta gama, seguros y sostenibles a los que los turistas quieran regresar y quedarse más tiempo. El gobierno necesita implementar reformas audaces. Al fin y al cabo, todos los turistas son iguales. Les gusta visitar países donde se les atiende bien.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/thailand-is-looking-for-a-way-to-attract-Chinese-customers-post1066127.vnp
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