Al repasar la historia de la revolución de nuestro país, la integración y el desarrollo siempre han estado estrechamente vinculados a los cambios de la época. Desde el inicio de la fundación de la nación, en una carta a las Naciones Unidas, el presidente Ho Chi Minh expresó claramente el deseo de Vietnam de ser amigo de todos los países, expresando su deseo de "implementar una política de puertas abiertas y cooperar en todos los ámbitos". Esta puede considerarse la primera "declaración" sobre la actitud de la República Democrática de Vietnam hacia la comunidad internacional.
La integración internacional significa colocar al país en el contexto actual.
La idea de "combinar la fuerza nacional con la fuerza de los tiempos" ha sido aplicada creativamente por nuestro Partido durante los últimos 80 años, vinculando siempre nuestra revolución con las tendencias progresistas de los tiempos y la causa común de la humanidad.

Al iniciar el período de reforma, nuestro Partido determinó que, para lograr la paz y el desarrollo, debemos abrirnos al mundo exterior y cooperar con otros países, siendo la integración internacional la forma y el nivel más elevado de cooperación internacional. En otras palabras, la integración internacional significa "colocar al país en la corriente principal de la época, vibrando y respirando con la misma energía que ella", fortaleciéndonos mediante la conexión con el mundo. El Partido ha impulsado la política de integración internacional, primero la integración económica y luego la integración integral, para abrir y expandir las relaciones con países y organizaciones internacionales, aprovechar los recursos externos para el desarrollo socioeconómico y fortalecer el papel y la posición de la nación, integrando a Vietnam en la arena política mundial, la economía internacional y la civilización humana.
Nuestro país está entrando en una era de búsqueda de prosperidad y fortaleza, hacia un pueblo rico, una nación fuerte, democracia, justicia y civilización, lo que requiere una nueva mentalidad, postura y enfoque para la integración internacional. La Resolución 59-NQ/TW del Politburó, de 24 de enero de 2025, sobre "Integración Internacional en la Nueva Situación", es una decisión trascendental que marca un punto de inflexión histórico en el proceso de integración del país, posicionando la integración internacional como un motor crucial para que la nación entre en una nueva era. Esto implica un cambio en la integración internacional: de receptor a contribuyente, de una integración profunda y amplia a una integración plena, y de una nación rezagada a una nación en ascenso y pionera en nuevos campos.
Nuestro Partido ha identificado la integración internacional como una estrategia crucial para consolidar nuestra posición política, promover el desarrollo económico, garantizar la seguridad nacional y fortalecer la influencia del país en el panorama mundial. La integración internacional se ha desarrollado gradualmente a lo largo de diversos períodos, desde una integración limitada, selectiva e ideológica hasta la actual "integración internacional profunda e integral". El IX Congreso del Partido presentó por primera vez la política de "integración económica internacional". El XI Congreso del Partido marcó un cambio de mentalidad, pasando de la "integración económica internacional" a la "integración internacional en todos los ámbitos". La Resolución n.° 22-NQ/TW sobre integración internacional, del 10 de abril de 2013, del Politburó, concretiza la política de integración internacional con el principio de "integración internacional proactiva y positiva". Más recientemente, en el XIII Congreso Nacional del Partido, esta orientación estratégica se desarrolló y perfeccionó nuevamente, convirtiéndose en una "integración internacional proactiva, positiva, integral, profunda y efectiva".
Durante los últimos 40 años de reforma, el proceso de integración internacional de Vietnam ha logrado resultados significativos e históricamente relevantes. De un país que antaño estaba aislado y rodeado, Vietnam ha establecido relaciones diplomáticas con 194 países de todo el mundo, mantiene alianzas estratégicas y asociaciones integrales con 34 países, incluyendo a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las principales potencias; es miembro activo de más de 70 organizaciones regionales e internacionales, y ha desarrollado profundas y sustanciales relaciones políticas, de defensa y seguridad. De una economía pobre, atrasada y de bajo nivel, rodeada y sujeta a embargos, Vietnam se ha convertido en una de las 34 economías más grandes del mundo, con un crecimiento económico casi 100 veces mayor en comparación con 1986, y un ingreso per cápita que ha aumentado de menos de 100 dólares a casi 5.000 dólares. La participación en acuerdos internacionales de cooperación y vinculación económica de múltiples niveles, especialmente los 17 tratados de libre comercio (TLC), ha conectado a Vietnam con más de 60 economías clave, lo que ha permitido una mayor participación en las cadenas globales de producción y suministro. Esto ha colocado a Vietnam entre los 20 países con mayor volumen comercial del mundo. Ha estado entre las 20 principales economías que atraen la mayor inversión extranjera a nivel mundial desde 2019, y es uno de los 10 países con mayores remesas del mundo.
Sin embargo, desde una perspectiva integral, seria y objetiva, los resultados de la implementación de las políticas de integración internacional aún presentan deficiencias, lo que impide alcanzar los objetivos establecidos y satisfacer las necesidades de desarrollo. En particular, las numerosas limitaciones, barreras y cuellos de botella existentes obstaculizan el desarrollo. La integración internacional ofrece numerosas oportunidades, pero también numerosos desafíos y aspectos negativos, como la competencia desleal, el crecimiento insostenible, la creciente brecha de riqueza, la contaminación ambiental, el riesgo de desviación, invasión cultural, autoevolución, autotransformación y pérdida de confianza dentro del país.
Frente a una coyuntura histórica, la nación necesita decisiones históricas.
El mundo se enfrenta a cambios fundamentales y trascendentales, transformándose profundamente en todos los aspectos bajo el impacto de importantes transformaciones en la política, la economía, la cultura, la sociedad, la ciencia y la tecnología. El período comprendido entre ahora y 2030 es crucial para la configuración y el establecimiento de un nuevo orden mundial. Estos cambios están creando un entorno internacional más multifacético, abriendo grandes oportunidades, así como numerosos desafíos significativos para el país. Durante este período de transición entre lo antiguo y lo nuevo, los países pequeños y medianos a menudo se encuentran en una posición pasiva, incapaces de adaptarse rápidamente. En esta transformación, si no nos mantenemos al ritmo del mundo con prontitud, identificando y aprovechando las oportunidades para posicionar a nuestro país en la dirección correcta de los tiempos en los próximos 10 o 20 años, el riesgo de quedar rezagados será más real que nunca.
Las fortalezas de la era actual residen en tendencias políticas, económicas y sociales globales como la paz, la cooperación y el desarrollo; la democratización de las relaciones internacionales; el desarrollo sostenible; y la cooperación e integración económicas. También reside en la fortaleza de una comunidad internacional consensuada para construir y consolidar un mundo multipolar, multicéntrico, democrático, justo e igualitario, basado en el derecho internacional, y especialmente en la revolución científica y tecnológica que abre oportunidades ilimitadas para el desarrollo basado en el conocimiento y el potencial humanos.
Ante una coyuntura histórica, la nación necesitaba decisiones históricas. Heredando los valores establecidos, la Resolución 59 aprovechó el flujo del poder contemporáneo y elevó la integración internacional con perspectivas revolucionarias, innovadoras, nacionalistas, científicas y contemporáneas.

Ante todo, junto con la defensa y la seguridad nacionales, el fortalecimiento de las relaciones exteriores y la integración internacional es una tarea crucial y continua. El principio clave y permanente de la integración internacional es aprovechar los recursos externos y las condiciones favorables para proteger la patria y desarrollar el país desde una etapa temprana y a distancia, garantizando los más altos intereses nacionales y los mejores intereses del pueblo.
En segundo lugar, desde el punto de vista de la comprensión, la integración internacional debe ser una tarea de todo el pueblo y de todo el sistema político, bajo el liderazgo del Partido y la gestión del Estado. Las personas y las empresas son el centro, los sujetos, la fuerza motriz, la fuerza principal y los beneficiarios de los beneficios de la integración internacional. La integración debe llevarse a cabo preservando la identidad nacional; la integración y la asimilación no deben conducir a la asimilación.
En tercer lugar, la integración internacional debe basarse en el papel decisivo de la fortaleza interna, fortaleciéndola al mismo tiempo que se aprovechan los recursos externos. La fortaleza interna es el recurso principal, la base del poder, y por lo tanto debe promoverse constantemente para garantizar la proactividad, la independencia y la autosuficiencia. Al mismo tiempo, es necesario maximizar el uso de todos los recursos externos para complementar la fortaleza interna. Una combinación fluida de la fortaleza nacional y la fortaleza de la época creará la fortaleza de Vietnam en esta era de superación personal.
En cuarto lugar, la integración internacional es un proceso de cooperación y lucha, de cooperación para la lucha y de lucha para la cooperación. Se debe hacer hincapié en el aspecto asociativo, limitando al mismo tiempo el aspecto adversario. Al mismo tiempo, es esencial respetar los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional. En la integración, debe demostrarse el espíritu de asociación activa y responsable de la comunidad internacional, con la disposición a contribuir a los esfuerzos comunes de la región y del mundo.
En quinto lugar, la integración internacional debe ser “sincrónica, integral y de amplio alcance”, en la que todos los sectores estén estrechamente vinculados y se complementen entre sí dentro de una estrategia general, con un enfoque en áreas clave y una hoja de ruta y pasos adecuados.
Nos enfrentamos a la necesidad de una revolución con reformas sólidas e integrales para el desarrollo. Junto con el espíritu innovador en la reorganización del aparato del sistema político, como se describe en la Resolución n.° 18; el pensamiento innovador en el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la innovación y la transformación digital nacional, como se describe en la Resolución 57; y la orientación hacia la integración internacional como guía para la acción, como se describe en la Resolución 59, esto creará una tríada estratégica centrada en la estabilidad a largo plazo, el desarrollo sostenible y la mejora del nivel de vida, como lo define el Partido. En la actual fase revolucionaria, necesitamos implementar estas directrices con decisión y eficacia:
En primer lugar, es necesario comprender y poner en práctica a fondo las nuevas ideas, la conciencia y las acciones en materia de integración internacional. Por consiguiente, es necesario unificar la comprensión de una integración internacional proactiva, positiva, integral, profunda y efectiva como una importante dirección estratégica del Partido y un motor clave para el desarrollo y la defensa nacionales, el logro del progreso y la justicia social, la protección del medio ambiente y la preservación y promoción de la identidad cultural nacional, desde el nivel central hasta el local, abarcando a todas las organizaciones, ciudadanos y empresas. Las políticas y directrices del Partido y del Estado sobre integración internacional, así como los requisitos, tareas, oportunidades, derechos, responsabilidades y obligaciones de Vietnam en dicha integración, deben difundirse ampliamente y comprenderse a fondo en el Partido, el pueblo y las fuerzas armadas.
En segundo lugar, la integración económica se identifica como el eje central, y la integración en otros ámbitos debe facilitarla, priorizando la reestructuración económica, la innovación del modelo de crecimiento y la promoción de la transformación digital. Se debe prestar atención a los sectores con ventajas y potencial, priorizando la movilización de recursos para áreas y proyectos clave como infraestructuras estratégicas en transporte y energía (ferrocarril de alta velocidad, autopistas, puertos marítimos, aeropuertos), centrales nucleares, energía eólica y solar; la reducción de emisiones y la neutralidad de carbono para evitar el desperdicio y maximizar la eficiencia, especialmente en el contexto de la transformación digital y la Cuarta Revolución Industrial. Es necesario utilizar eficazmente los compromisos, acuerdos y vínculos económicos internacionales, en particular los TLC de nueva generación, para fortalecer los intereses interrelacionados y evitar la dependencia de unos pocos socios. Mejorar las instituciones nacionales es crucial para fortalecer la capacidad de implementar los compromisos y acuerdos internacionales. Se deben desarrollar mecanismos y políticas apropiados y específicos para promover la atracción de IED de alta calidad, especialmente en sectores emergentes e importantes que impulsan el crecimiento de la productividad laboral, como las tecnologías de la información, las telecomunicaciones, los semiconductores y la inteligencia artificial. Implementar políticas adecuadas para incentivar la transferencia de tecnología, experiencia gerencial y habilidades profesionales por parte de inversionistas extranjeros a empresas y trabajadores vietnamitas. Promover la inversión y la operación eficaz de las empresas vietnamitas en el extranjero, consolidando marcas nacionales con proyección internacional.
En tercer lugar, la integración política, de seguridad y defensa debe apuntar a fortalecer el potencial y la posición del país, protegiendo a la Patria con anticipación, a distancia y antes de que se encuentre en peligro. La integración internacional debe aprovechar eficazmente la red de alianzas establecida para aumentar la confianza política, asegurar recursos para el desarrollo, resolver pacíficamente los problemas existentes y fortalecer la cooperación basada en el respeto y la adhesión al derecho internacional. Fortalecer la coordinación con los socios es crucial para responder eficazmente a los desafíos de seguridad tradicionales y no tradicionales, como la cuestión del Mar de China Meridional, la seguridad hídrica y alimentaria; la lucha contra la contaminación, las epidemias, la ciberdelincuencia y la delincuencia transnacional. Con esta nueva fortaleza y posición, podemos ascender a un papel central, de liderazgo y mediación en las áreas pertinentes; y contribuir más activamente a las operaciones internacionales de mantenimiento de la paz, búsqueda y rescate. Diversificar la cooperación en defensa y seguridad, y desarrollar una industria de defensa y seguridad autosuficiente, sólida, moderna y de doble uso.
En cuarto lugar, la ciencia, la tecnología y la innovación deben considerarse los avances más prioritarios, impulsando el rápido desarrollo de las fuerzas productivas y perfeccionando las relaciones de producción, en el espíritu de la Resolución 57. Por lo tanto, la integración internacional en ciencia, tecnología e innovación debe aspirar a aproximar las normas y regulaciones científicas y tecnológicas nacionales a las normas y prácticas internacionales avanzadas. Esto impulsará rápidamente la competitividad nacional, ampliará el espacio de desarrollo del país, movilizará y aprovechará los recursos internacionales y promoverá con fuerza los recursos nacionales para desarrollar industrias prioritarias y de vanguardia, industrias emergentes y campos innovadores.
En quinto lugar, promover la integración integral en cultura, sociedad, turismo, medio ambiente, educación y formación, salud, entre otros ámbitos. En cuanto a la cultura, la integración debe vincularse con la preservación, promoción y difusión de la cultura nacional; el desarrollo de industrias culturales, industrias de contenido, productos y marcas culturales con competitividad global. En materia de salud, fortalecer la cooperación en investigación y aplicación de la ciencia en la atención médica para la población, desarrollando varios centros médicos especializados de referencia internacional para el tratamiento de enfermedades, según el principio de "integración de la medicina oriental y occidental". En cuanto a la educación y la formación, promover la estandarización, la innovación y la mejora de la calidad educativa en las instituciones de formación nacionales para cumplir con los estándares regionales e internacionales. En cuanto al turismo, expandir y diversificar los mercados, centrándose en mercados potenciales con gran afluencia turística, altos niveles de gasto y estancias prolongadas. En cuanto al trabajo, necesitamos implementar mecanismos para desarrollar recursos humanos de alta calidad, mejorar las habilidades de aprendizaje permanente y mejorar la capacidad y la productividad de la fuerza laboral vietnamita. Y lo más importante, necesitamos construir una estrategia para desarrollar al pueblo vietnamita en una "generación de resiliencia", de modo que en 2045, los hombres y mujeres jóvenes de entre 18 y 29 años puedan estar a la par de sus pares internacionales, tanto intelectual como físicamente.
Sexto, superar los obstáculos en la implementación de los compromisos y acuerdos internacionales y promover la mejora de las instituciones y políticas. Esto incluye acelerar la revisión y la incorporación del derecho internacional a la legislación nacional para cumplir de forma plena, sincronizada y eficaz con nuestras obligaciones y compromisos. Las organizaciones y asociaciones deben fortalecer su seguimiento de la implementación de políticas, leyes y compromisos en materia de integración internacional. Los ministerios, sectores y localidades deben intensificar sus esfuerzos para garantizar la implementación de los compromisos y acuerdos internacionales. Simultáneamente, institucionalizar y concretar estrategias de integración internacional por sector y ámbito, especialmente mediante el desarrollo y perfeccionamiento de leyes relacionadas con la economía verde, la economía digital, la economía circular, la transición energética, la transformación digital, la reducción de emisiones de carbono y el espacio ultraterrestre.
Séptimo, en consonancia con el espíritu de la Resolución 18 sobre integración internacional, debemos optimizar los organismos especializados para que sean eficientes, sólidos, modernos y profesionales. El objetivo es que estos mecanismos sean más eficaces, impulsando una transformación en la coordinación de la implementación de la integración internacional entre todos los niveles, sectores, localidades, ciudadanos y empresas. Considerando el trabajo del personal como la base, debemos formar un equipo de profesionales altamente cualificados y con estándares internacionales que trabajen en la integración internacional, capaces de participar en la mediación y la resolución de disputas. Debemos innovar y potenciar el papel proactivo y creativo de las localidades, los ciudadanos y las empresas en la participación en la integración internacional.
En última instancia, la integración internacional sólo tiene éxito cuando se convierte en una cultura consciente dentro de todas las organizaciones, individuos, empresas y localidades; cuando fomenta el papel central y la participación activa, proactiva y creativa de las personas, las empresas y las localidades a la hora de vincular la integración internacional y nacional, conectar regiones y localidades, conectar industrias y sectores, y conectar la investigación y el desarrollo… para traducir la integración en resultados concretos.
Nuestro presidente Ho Chi Minh aplicó creativamente la idea de combinar la fuerza nacional con la fuerza de la época, encontrando el camino hacia la salvación nacional, liberando a Vietnam de la esclavitud y recuperando la independencia y la libertad de la nación. En el mundo interdependiente de hoy, el desarrollo de cada nación no puede aislarse, ajeno a los impactos del mundo y la época, de la situación actual y su contexto. Siguiendo el ejemplo del presidente Ho Chi Minh, debemos seguir el ritmo de los cambios mundiales, encontrar un camino que traiga paz, estabilidad, prosperidad y desarrollo, y que construya una posición más sólida y sólida para el país en la nueva era.
El país se enfrenta a una gran oportunidad de crecimiento, pero los desafíos también son inmensos. Los logros de la integración hasta la fecha han contribuido a generar fuerza e impulso para el próximo avance. Siguiendo con ese espíritu, la Resolución 59 marca un cambio significativo en la mentalidad y la orientación del Partido hacia la integración internacional en el próximo período, generando el impulso necesario para impulsar al país hacia la gloriosa cima de la independencia, la libertad, la felicidad, la prosperidad y la longevidad.
Fuente: https://vietnamnet.vn/tong-bi-thu-to-lam-vuon-minh-trong-hoi-nhap-quoc-te-2387394.html






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