La controvertida invocación del poder ejecutivo por parte del gobierno del presidente Emmanuel Macron para aprobar un proyecto de ley por decreto –algo legal según la constitución francesa– ha provocado indignación entre la clase política y furiosas protestas callejeras.
Ahora, el líder de 45 años enfrenta uno de sus mayores desafíos a menos de un año de iniciado su segundo y último mandato.
El Sr. Macron esperaba que su iniciativa para aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años consolidara su legado como el presidente que transformó la economía francesa del siglo XXI. Sin embargo, su liderazgo se vio cuestionado, tanto en el parlamento francés como en las calles de las principales ciudades.
La decisión de Macron de utilizar los poderes constitucionales de su gobierno el 16 de marzo para aprobar un proyecto de ley de reforma de pensiones sin votación de los legisladores ha enojado a la oposición política y podría obstaculizar la capacidad de su gobierno para aprobar leyes en los cuatro años restantes de su mandato.
El líder francés ha guardado silencio sobre el tema desde entonces, pero una fuente cercana al presidente francés dijo a AFP el martes por la noche que estaba "siguiendo los acontecimientos".
La calificación crediticia se desploma
La crisis política que ha estallado en Francia a raíz de los planes del gobierno de reforma de las pensiones se refleja en la caída de los índices de aprobación del presidente Macron, según una nueva encuesta publicada el 19 de marzo.

Miles de personas salieron a las calles en varias ciudades de Francia. Foto: Brussels Times
Según una encuesta mensual del instituto de encuestas Ifop, la popularidad de Macron ha caído a niveles no vistos desde principios de 2019, cuando terminaron las protestas de los chalecos amarillos.
La encuesta, realizada del 9 al 16 de marzo, encontró que sólo el 28% de los encuestados estaban satisfechos con la administración de Macron, un 4% menos que el mes pasado, mientras que el 70% estaba insatisfecho.
La popularidad de Macron ha caído 13 puntos porcentuales desde su reelección en mayo de 2022. Alcanzó un mínimo del 23% en diciembre de 2018, en el apogeo de las protestas de los chalecos amarillos.
Desde que asumió la presidencia de Francia en 2017, Macron ha sido retratado a menudo como arrogante y distante. Apodado el "presidente de los ricos", provocó indignación al decirle a un desempleado que simplemente "cruzara la calle" para buscar trabajo y al insinuar que algunos trabajadores franceses eran "vagos".
Ahora, el gobierno de Macron se ha distanciado aún más de la gente común al usar los poderes especiales que tiene bajo el Artículo 49.3 de la constitución francesa para imponer un cambio impopular, dijo Brice Teinturier, subdirector general del instituto de encuestas Ipsos.
Los únicos ganadores en esta situación son la líder de extrema derecha Marine Le Pen y su partido, Agrupación Nacional (NR), y los sindicatos franceses, afirmó el Sr. Teinturier. Le Pen perdió ante Macron en la segunda vuelta de las dos últimas elecciones presidenciales del país.
A medida que las pilas de basura crecían y el hedor empeoraba, muchos en París culparon al gobierno por la situación en lugar de a los trabajadores en huelga.

Basura sin recoger cerca del Arco del Triunfo en París, 14 de marzo de 2023. Foto: AP/People's World
El Sr. Macron ha reiterado su creencia en que el sistema de pensiones francés necesita una reforma profunda para mantenerse a flote. Afirma que otras opciones propuestas, como aumentar la ya elevada carga fiscal, desalentarían las inversiones y que reducir las pensiones de los jubilados actuales no es una alternativa realista.
Las manifestaciones públicas de descontento podrían influir considerablemente en sus futuras decisiones. En los últimos días, han estallado protestas espontáneas, a veces violentas, en París y en todo el país, lo que contrasta con las manifestaciones y huelgas mayoritariamente pacíficas organizadas por los principales sindicatos franceses en el pasado.
Las opciones a la mano
La reelección de Macron para un segundo mandato en abril del año pasado consolidó su posición como líder europeo clave. Hizo campaña con una agenda proempresarial, comprometiéndose a abordar el problema de las pensiones y afirmando que los franceses deben "trabajar más".
En junio pasado, la coalición centrista de Macron perdió la mayoría en la Asamblea Nacional francesa, aunque aún contaba con más escaños que otros partidos políticos. En aquel momento, Macron declaró que su gobierno quería "legislar de otra manera", basándose en acuerdos con diversos grupos políticos.
Desde entonces, los legisladores conservadores han acordado apoyar algunos proyectos de ley que se ajustan a sus políticas. Sin embargo, las tensiones sobre los planes de pensiones y la desconfianza generalizada entre los partidos, con ideologías diversas, podrían frenar los esfuerzos por alcanzar un acuerdo.
Legisladores de izquierda sostienen carteles de protesta contra el aumento de la edad de jubilación a los 64 años y cantan el himno nacional francés mientras el primer ministro francés se prepara para hablar en la Asamblea Nacional francesa, el 16 de marzo de 2023. Foto: DW
El 17 de marzo, los oponentes políticos de Macron en la Asamblea Nacional francesa presentaron dos mociones de censura contra el gobierno de la primera ministra francesa, Elisabeth Borne. Los funcionarios del gobierno esperan sobrevivir a la votación de las mociones programada para el 20 de marzo, en medio de una oposición dividida.
Sin embargo, si la moción se aprueba, representaría un duro golpe para Macron: el proyecto de ley de pensiones sería rechazado y su gabinete tendría que dimitir. En ese caso, el presidente francés tendría que nombrar un nuevo gabinete y vería debilitada su capacidad para aprobar leyes.
Si la moción de censura fracasa, Macron podría presentar una ley que aumente la edad de jubilación y tratar de apaciguar a sus críticos con una reorganización del gobierno, dejando el futuro del primer ministro francés incierto.
Otra opción disponible para el presidente Macron es disolver la Asamblea Nacional francesa y convocar elecciones anticipadas.
Ese escenario parece improbable por el momento, ya que el impopular plan de pensiones implica que es improbable que la coalición de Macron obtenga la mayoría. Y si otro partido gana, Macron tendría que nombrar a un primer ministro de la mayoría, lo que facultaría al gobierno para implementar políticas que difieren de las prioridades del presidente .
Minh Duc (Según AP, Agencia Anadolu, France24)
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