Los datos aduaneros del país mostraron que las importaciones de CI cayeron un 10,8% en volumen y un 15,4% en valor en comparación con 2022. Mientras tanto, en 2023, China gastó 337.500 millones de dólares en importaciones de petróleo crudo, un 7,7% menos que el año anterior.
Las importaciones de circuitos integrados (CI) y semiconductores disminuyeron, lo que refleja las dificultades macroeconómicas en la segunda economía más grande del mundo, en particular el debilitamiento del mercado de teléfonos inteligentes y portátiles. Los esfuerzos para impulsar la producción nacional de semiconductores también contribuyeron a la disminución de las importaciones de chips.
Debido a los estrictos controles de exportación de Washington, las empresas continentales no pueden comprar directamente chips avanzados como los procesadores gráficos H100 y A100 de Nvidia. Sin embargo, el país ha logrado avances en la producción nacional de semiconductores, incluyendo los utilizados en automóviles y electrodomésticos.
Actualmente, China tiene 44 fábricas de obleas en funcionamiento y otras 22 en construcción, y para fines de 2024, 32 fábricas habrán ampliado su capacidad de producción de chips terminados (definidos como de 28 nanómetros o más) para incluir semiconductores, según la firma de investigación de semiconductores TrendForce, con sede en Taiwán.
La expansión de la producción de chips maduros de China es una señal preocupante para Estados Unidos y la UE, ya que se prevé que el país represente el 39% de la participación del mercado mundial para 2027, frente al 31% en 2023, y tiene espacio para un mayor crecimiento si las compras de equipos se realizan sin problemas.
(Según SCMP)
[anuncio_2]
Fuente
Kommentar (0)