En medio del frío otoñal de Zhengzhou, mientras la nieve comienza a cubrir la pista de carreras, un recorrido por la pista de carreras multiterreno BYD ofrece una experiencia única: sentarse detrás del volante, escuchar el silencio y dejar que la tecnología ayude sutilmente con cada movimiento.

El edificio principal del hipódromo BYD Zhengzhou.

Zhengzhou nos dio la bienvenida con la primera nevada de la temporada. La nieve no era espesa, pero sí suficiente para crear finas placas de hielo en la pista, cubriendo el amplio espacio de la pista con un suave tono blanco. Un lugar tradicionalmente asociado con la velocidad y la destreza se volvió repentinamente más tranquilo, como un escenario diseñado para la observación lenta y deliberada de cada movimiento.

El modelo DENZA Z9GT demuestra sus habilidades para cruzar nieve y hielo en la zona Kick-Plate.

Sobre la superficie resbaladiza, nevada y helada, los modelos DENZA Z9GT y DENZA N9 comenzaron su actuación. Los coches aceleraron y luego entraron deliberadamente en la sección de baja fricción, deslizándose brevemente antes de recuperar rápidamente el equilibrio. Este movimiento recordaba a los patinadores artísticos, no por la imprudencia, sino por cómo el coche aceptaba el derrape y lo controlaba para continuar moviéndose con fluidez.

Mientras daban vueltas a la pista, formaban un ocho o corrían en paralelo a una distancia mantenida, los autos creaban un ritmo constante, suficiente para entusiasmar a los espectadores, aunque todo se desarrollaba en una quietud poco común para una pista de carreras.

El YANGWANG U9 cuenta con una apariencia y capacidades impresionantes.

Si las demostraciones de patinaje sobre hielo al aire libre ponen a prueba la compostura, en la sala de exposición, el superdeportivo YANGWANG U9 ofrece una experiencia completamente diferente. Al ritmo de la música, la carrocería del coche sube y baja, se inclina y se equilibra al ritmo de cada paso, como un bailarín practicando en una habitación cerrada, donde cada movimiento está controlado al máximo.

Estos movimientos de "baile" no son solo estéticos. Se producen rítmicamente y con un propósito, demostrando cómo el sistema de suspensión recibe y procesa activamente la retroalimentación de la superficie de la carretera tan pronto como esta aparece. En ese espacio silencioso, la tecnología no muestra potencia, sino precisión: una forma de rendimiento que se percibe a través del ritmo, más que de los números.

El vehículo todoterreno de lujo YANGWANG U8 cuenta con impresionantes capacidades para escalar dunas de arena.

En otra zona, el YANGWANG U8 continuó su historia a un ritmo pausado. En la piscina infantil, el nivel del agua subió, ocultando casi por completo las ruedas. El SUV eléctrico se adentró en un entorno no apto para coches con una serenidad excepcional. Sin prisas, sin pretensiones. El U8 se movía con suavidad, manteniendo la estabilidad de la carrocería, dando la impresión de que no se trataba solo de una carrera de obstáculos, sino de la visión de seguridad de BYD en situaciones extremas.

Otro desafío impresionante se desplegó ante el público admirado: subir una rampa de arena de 29,6 metros de altura y 28 grados de inclinación, una hazaña certificada por el Libro Guinness de los Récords como la rampa de arena interior más grande para pruebas de vehículos. En una duna de arena formada por 6200 toneladas de material con una estructura similar a la del desierto de Alxa, vehículos como los SUV FANGCHENGBAO, YANGWANG y DM-i/DM-p conquistaron el terreno. Aquí, la capacidad de subir la pendiente, controlar el par motor y mantener la tracción se demostró con lentitud y paciencia, sin ostentación.

El FANGCHENGBAO F5 demuestra capacidades superiores al conquistar rutas desafiantes.

La historia concluye en el área todoterreno con 27 pruebas, desde básicas hasta avanzadas. Los SUV de BYD, incluyendo el FANGCHENGBAO F5, subieron y bajaron sucesivamente pendientes pronunciadas. No se percibía el rugido característico del motor de la conducción todoterreno tradicional, solo un movimiento constante y una tracción sostenida. En ese momento, la frontera entre los vehículos eléctricos y la conducción todoterreno tradicional se desdibujó, dando paso a la sensación de que la tecnología, cuando madure, podrá adaptarse a más funciones de las que imaginábamos.

Al salir de la pista de carreras multiterreno BYD, lo que queda no es velocidad ni potencia, sino la sensación de que los vehículos eléctricos han madurado lo suficiente como para contar su propia historia, a través de la tranquilidad, la tecnología y la confianza.

Fuente: https://heritagevietnamairlines.com/truong-dua-byd-trinh-chau-khi-xe-dien-tu-ke-cau-chuyen-cua-minh/