A primera vista, la nueva orientación de la política exterior del actual gobierno sueco resulta sorprendente.
Esta nueva orientación la expresa el Ministro de Asuntos Exteriores sueco en el cambio del objetivo largamente mantenido de esforzarse por convertirse en una potencia mundial moral al objetivo de centrarse pura y ante todo en los intereses y la seguridad de Suecia.
La ministra de Asuntos Exteriores sueca, Maria Malmer Stenergard, habla en Singapur en noviembre de 2024
De hecho, y en esencia, este ajuste no sorprende por lógica, y no podría haber sido de otra manera, pero tarde o temprano, tras el abandono de la neutralidad por parte de este país para unirse a la alianza militar de la OTAN, Suecia ya no podía permanecer neutral y tuvo que tomar partido en sus relaciones exteriores y en todos los asuntos políticos mundiales presentes y futuros. Alianzas militares como la OTAN siempre afirman existir únicamente para garantizar la seguridad de sus miembros, pero en realidad participan en diversos grados, incluso directamente, en guerras fuera del territorio de sus miembros.
Parece que Suecia desea y se ve obligada a redefinir sus intereses y prioridades. Alzarse y ser reconocida mundialmente como una potencia mundial moral se ha vuelto imposible para Suecia. Unirse a la OTAN, mientras esta se mantiene firme en su resistencia a Rusia y apoya a Ucrania en su guerra contra Rusia, garantizando su propia seguridad y construyendo un papel político y de seguridad para Europa, es, por supuesto, el interés estratégico más práctico para este país. Por lo tanto, el enfoque de Suecia hacia los intereses nacionales en este ámbito es muy oportuno, y esta concienciación sigue siendo oportuna, no demasiado tarde para Suecia.
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Fuente: https://thanhnien.vn/xac-dinh-lai-loi-ich-185241212205622202.htm
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