GĐXH - Un niño con un excelente rendimiento académico se debe en gran medida a los buenos hábitos formados desde una edad temprana.
Desarrollar buenos hábitos de estudio puede estimular el entusiasmo y la iniciativa de los niños en el aprendizaje, mejorando así su eficiencia. Además, los hábitos determinan el carácter, y el carácter determina el destino.
1. Hábitos de aprendizaje activo
Los profesores son guías, pero los estudiantes son los verdaderos sujetos del aprendizaje.
Durante el proceso de aprendizaje, los niños deben desarrollar hábitos de aprendizaje activo como repasar las lecciones, repasar después de clase, buscar más información...
El aprendizaje activo requiere que los niños participen activamente no sólo en clase sino también en casa y en su tiempo libre.
El aprendizaje activo requiere que los niños no solo aprendan activamente en clase, sino también en casa y en su tiempo libre. Foto ilustrativa.
2. Hábito de pensamiento proactivo
La capacidad de pensar es la fuerza impulsora del aprendizaje. Pensar con cariño equivale a que los estudiantesdescubran y dominen la ley fundamental del aprendizaje.
El pensamiento continuo ayuda a profundizar en los conocimientos, esto es muy importante para los estudiantes, especialmente aquellos en edad secundaria.
Sólo reflexionando profundamente podemos dominar el conocimiento de diferentes materias.
A menudo vemos que los buenos estudiantes están siempre en estado de pensar y contemplar, cuestionan cada problema y tratan de encontrar soluciones desde muchos aspectos.
Mientras tanto, los estudiantes pobres sólo ven un lado, rara vez descubren los problemas, por lo que su aprendizaje no es profundo.
3. Hábitos de establecimiento de metas
Las investigaciones han demostrado que los buenos estudiantes suelen tener objetivos de aprendizaje claros desde una edad temprana.
Esto ayuda a los niños a centrarse en sus metas y a esforzarse por alcanzarlas. Las metas fijas les ayudan a mantenerse motivados para alcanzar el éxito.
4. Hábito de escuchar atentamente
Cuando los niños adquieren el hábito de escuchar atentamente, comprenderán mejor el contenido de las lecciones que han visto antes de venir a clase.
La importancia de este hábito también entrena a los niños a tener una alta concentración, lo que es muy beneficioso para el estudio.
Aunque su hijo entienda la lección, no debería hacer nada más. Escuchar atentamente en clase es una forma eficaz de aprender y es muy valorado por los profesores.
5. Hábito de perseverancia
Todavía se dice que el trabajo duro compensa la falta de inteligencia. No todos los buenos estudiantes nacen buenos, pero muchos mejoran estudiando constantemente.
Es la perseverancia la que hace que algunos estudiantes lleguen a ser excelentes, pero convierten el intentarlo en un hábito y no conocen la palabra "rendirse".
Es la perseverancia lo que hace que algunos estudiantes sobresalgan. Foto ilustrativa.
6. Hábitos de planificación
La planificación es esencial para el aprendizaje. Los niños sabrán qué hacer, cuándo y cuánto tiempo dedicar a cada asignatura.
En lugar de estudiar de forma divagatoria, los niños se centrarán en cada tarea específica, lo que ayudará a que el conocimiento se recuerde más profundamente.
Cuando los niños tienen un plan claro, ya no sentirán ansiedad por olvidar lecciones o quedarse sin tiempo.
Y recuerda, estudiar a último momento puede ayudar a tu hijo a aprobar el examen, pero no le beneficiará a largo plazo.
7. Hábitos de lectura
La lectura ayuda a cultivar el alma, mejorar el temperamento, ampliar la mente y transformar el comportamiento. Este hábito ayuda a los estudiantes a ampliar su visión y perspectiva del mundo .
Especialmente en el ámbito de la literatura, leer muchos libros ayudará a enriquecer el vocabulario, aumentar las emociones y hacer el ensayo más profundo.
La lectura beneficia la comprensión y el desarrollo del pensamiento, y es la única manera de desarrollar la percepción lingüística. Resulta muy eficaz en asignaturas como el chino y el inglés.
8. Hábito de concentración
Hay mucha gente que estudia mucho, pero al final solo unos pocos consiguen resultados sobresalientes. La clave está en la concentración.
Algunos estudiantes tienen dificultades para mantener la concentración a largo plazo en sus estudios, lo que les impide pensar profundamente sino sólo a un nivel superficial, realizando esfuerzos pero con poca eficacia.
En general, estudiar no es difícil. Si eres diligente, perseverante, te apasiona aprender y encuentras un método adecuado, tendrás el camino para lograr buenos resultados.
9. Hábito de leer atentamente
Si su hijo tiene el hábito de leer el libro de texto cuidadosamente antes de tomar notas, esto es una buena señal.
En lugar de simplemente tomar notas de información superficial, leer con atención ayuda a los niños a comprender mejor los conceptos y las teorías, recordándolos por más tiempo y aplicándolos con mayor flexibilidad.
Al leer solos, los niños tendrán que pensar, analizar y conectar la información para comprender el significado de la lección. Esto les ayuda a practicar su capacidad de pensar de forma independiente y creativa.
Los hábitos de lectura ayudan a los estudiantes a ampliar sus horizontes y su visión del mundo. Foto ilustrativa.
10. Hábito de preguntar a los profesores
Muchos estudiantes temen hacer preguntas a sus profesores por temor a que se rían de ellos. Sin embargo, es su deber, así que no hay de qué preocuparse.
Por el contrario, a los profesores realmente les gustan los estudiantes que son activos y proactivos en el aprendizaje de esta manera.
Si hay algo que los niños no entienden, deben pedirle al maestro una explicación oportuna. Solo así podrán comprender el conocimiento con firmeza y estar más interesados en aprender.
11. Hábitos de toma de notas
Las investigaciones muestran que los estudiantes exitosos tienden a escribir lo que piensan.
Al escribir, los niños se ven obligados a organizar sus ideas de forma lógica y coherente. Esto les ayuda a consolidar mejor la información.
12. Registro de hábitos
Las personas tienden a recordar mejor las imágenes que las palabras. El uso de imágenes y diagramas ayuda a estimular la actividad cerebral, lo que mejora la memoria porque la información se organiza sistemáticamente, creando conexiones entre conceptos y ayudando a los niños a visualizar y comprender con mayor facilidad.
Además, dibujar diagramas y gráficos ayuda a los niños a practicar su pensamiento, analizando y sintetizando información.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/12-thoi-quen-cua-nhung-dua-tre-la-hoc-sinh-gioi-172250117163236851.htm
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