Los tomates protegen el corazón
Los tomates no sólo son una fruta deliciosa sino también una rica fuente de licopeno, un poderoso antioxidante que ayuda a reducir el colesterol malo, prevenir la aterosclerosis y proteger el corazón de agentes dañinos.
Otro antioxidante presente en los tomates es el betacaroteno, que al ser absorbido por el organismo se convierte en vitamina A, ayudando a proteger los ojos y a fortalecer el sistema inmunológico, apoyando indirectamente la salud cardiovascular.
Los tomates también son una fuente rica de potasio, un mineral importante que ayuda a regular la presión arterial. Mantener la presión arterial estable es un factor importante para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Zanahoria
Las zanahorias son una fuente rica de vitaminas A, C y potasio. La vitamina A fortalece el sistema inmunológico, la vitamina C protege el corazón de los radicales libres, el potasio regula la presión arterial: factores clave para un corazón sano. La rica fibra de las zanahorias también ayuda a reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular al controlar eficazmente la presión arterial y el colesterol. Gracias a esto, la sangre circula mejor, reduciendo la presión sobre el corazón.
Al igual que los tomates, las zanahorias también son ricas en betacaroteno, un poderoso "guerrero" antioxidante que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL), el "enemigo" número 1 del corazón. Gracias a ello, las zanahorias ayudan a prevenir la aterosclerosis, protegiendo al corazón del riesgo de sufrir daños.
Las verduras crucíferas protegen el corazón
Las verduras crucíferas, entre las que se incluyen verduras como el brócoli, la col rizada, el repollo, las coles de Bruselas... no sólo son una fuente rica de vitaminas y minerales sino también "guardaespaldas" del corazón. Esta verdura contiene compuestos glucosinolatos e isotiocianatos, que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL), previniendo así la aterosclerosis y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas.
Además, añadir verduras crucíferas a tu dieta diaria también ayuda a mejorar la función endotelial, ayudando a que los vasos sanguíneos se dilaten y contraigan mejor, mejorando así la circulación sanguínea y reduciendo el riesgo de coágulos sanguíneos.
Batata
Las batatas son ricas en fibra, especialmente fibra soluble, que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL), previniendo así la aterosclerosis y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Esta popular raíz vegetal también contiene una cantidad significativa de potasio, que ayuda a reducir la presión arterial y reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
No sólo eso, las batatas también son ricas en betacaroteno, vitamina C y otros antioxidantes, que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres, reducen la inflamación y reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Calabaza
La calabaza aporta al organismo una cantidad importante de magnesio. Este es un mineral esencial para el funcionamiento del corazón, ayudando a mantener un ritmo cardíaco estable y a reducir el riesgo de arritmias. Mientras tanto, los antioxidantes como el betacaroteno, la vitamina C y la vitamina E que se encuentran en la calabaza ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres, reducen la inflamación y previenen la aterosclerosis.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/5-ve-si-binh-dan-cho-trai-tim-khoe-manh-an-minh-ngay-tai-cho-viet.html
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