
Las herramientas generativas de IA han asombrado al mundo académico. Tuvieron un rendimiento excepcional en su primer año en Harvard, superaron a los estudiantes de segundo año de Stanford en ejercicios de razonamiento clínico e incluso superaron a los estudiantes de una prestigiosa universidad en el campo de la creatividad, un campo que durante mucho tiempo se consideró dominio exclusivo de los humanos.
No debemos olvidar las deficiencias persistentes del sistema educativo actual, desde la desigualdad en el acceso hasta el agotamiento docente. La IA no solo representa un desafío, sino también una oportunidad para abordar estos problemas persistentes y elevar el potencial y la creatividad humanos. Para lograrlo eficazmente, necesitamos replantearnos seriamente cómo desarrollamos habilidades, evaluamos y enseñamos.
¿Qué habilidades se necesitan en el mundo de la IA?
¿Qué habilidades serán esenciales para los estudiantes en un mundo dominado por la IA? Aunque aún no se tiene una respuesta definitiva, un punto de partida lógico es construir una base de comprensión básica de la IA: cómo funciona, sus fortalezas y debilidades. Desarrollar esta comprensión fundamental es crucial para disipar la mística que rodea a la IA y evitar conceptos erróneos como el antropomorfismo.
Otra habilidad esencial es la capacidad de identificar problemas, una habilidad a menudo eclipsada por la capacidad de resolución de problemas. En un mundo repleto de herramientas de IA capaces de ofrecer soluciones instantáneas, el verdadero valor reside en identificar correctamente el problema, analizar con claridad sus límites y reformularlo creativamente para ampliar el margen de soluciones.
El panorama de la IA, en constante evolución, también exige que los estudiantes posean habilidades de exploración y experimentación. A medida que surgen cada vez más herramientas de IA nuevas y actualizadas, la adaptabilidad y el aprendizaje rápido son cruciales. Dado que estas herramientas a menudo carecen de manuales de usuario y sus aplicaciones prácticas pueden sorprender incluso a sus creadores, es fundamental cultivar una mentalidad exploratoria y la disposición a aprender mediante ensayo y error.
El pensamiento crítico y la autorreflexión también cobran cada vez más importancia. A medida que se difuminan las fronteras entre la realidad y la virtualidad, y las herramientas de IA a veces generan desinformación o sesgos, necesitamos personas capaces de procesar la información con claridad mental y pensamiento crítico. Al mismo tiempo, necesitamos personas capaces de reflexionar sobre el profundo impacto de la IA en la resolución de problemas, nuestra identidad personal y la estructura social, ya que la IA está permeando cada vez más todos los aspectos de la vida.
¿Cómo evaluamos la situación en la era del acompañamiento de la IA?
Los métodos de evaluación tradicionales que el sector educativo ha utilizado durante mucho tiempo se están quedando obsoletos. Pero esto podría ser una señal positiva.
Cuando reconocemos que los estudiantes utilizarán herramientas generadas por IA, ya sea permitidas o no, se abren nuevas expectativas para los resultados de aprendizaje. Podemos ir más allá de los ensayos o tareas cuantitativos para exigir productos de aprendizaje más modernos, prácticos y orientados a la aplicación. Esto podría implicar la creación de prototipos, software u objetos funcionales que preparen mejor a los estudiantes para los siguientes pasos en sus estudios y carreras profesionales.
Sin embargo, permitir el uso del aprendizaje generado por IA en las tareas es solo el primer paso. Igualmente importante es la integración con la orientación y mentoría estrechas del profesorado. Esto requiere nuevos enfoques pedagógicos diseñados específicamente para el contexto de la IA, pero que sigan basándose en teorías educativas probadas.
Educación personalizada para todos.
La educación personalizada ha sido durante mucho tiempo un privilegio reservado a un pequeño segmento de estudiantes. La generación de IA podría cambiar eso.
Ofrece una visión de un futuro donde todos tengan acceso a un aprendizaje adaptado a sus necesidades individuales, incluidos los 250 millones de niños que actualmente no asisten a la escuela. Imagine un mundo donde los asistentes de enseñanza con IA puedan crear contenido y respuestas de aprendizaje a la medida de cada alumno, basándose en sus capacidades e intereses individuales, sin importar dónde se encuentre.
Parece ciencia ficción, pero poco a poco se está convirtiendo en realidad. Por ejemplo, Khanmigo, un asistente de IA desarrollado por Khan Academy para apoyar a los estudiantes en diversas asignaturas, permite a los usuarios crear chatbots personalizados desde ChatGPT sin necesidad de conocimientos de programación.
La generación de IA también promete proporcionar a los docentes un conjunto de asistentes virtuales para gestionar tareas administrativas o ayudar a crear nuevos materiales de aprendizaje. En un contexto de escasez y agotamiento docente, la IA podría marcar una gran diferencia, permitiéndoles dedicar más tiempo y energía a su labor principal: la docencia.
En un futuro donde la IA desempeña un papel fundamental en la difusión de información, los objetivos del aula también deben cambiar. Las aulas podrían adoptar un modelo de "aula invertida", donde el tiempo de clase se dedica a actividades verdaderamente interactivas y colaborativas.
Tal vez la mayor amenaza a la educación en la era de la IA no resida en la tecnología en sí, sino en nuestra renuencia a explorar y aprovechar seriamente el enorme potencial de la IA para marcar el comienzo de una nueva era de aprendizaje, enseñanza y desarrollo.
(Según Weforum)
Fuente: https://vietnamnet.vn/ai-tao-sinh-gop-phan-mo-them-nhieu-huong-moi-trong-giao-duc-2393763.html






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