Los aficionados consultan los resultados del fútbol con una herramienta de inteligencia artificial - Foto: DONG HAI
Imaginen una noche de junio de 2025, en una cafetería abarrotada de Hanói , con muchos aficionados pegados a la pantalla gigante. La final de la Champions League entre representantes de la Serie A y la Ligue 1 está llegando a su clímax. En el teléfono, la aplicación de apuestas muestra una notificación de IA: «Los representantes de la Serie A tienen un 82 % de posibilidades de ganar».
Pero cuando el delantero de la selección francesa realizó un espectacular disparo de larga distancia en el minuto 90+3, todo el café estalló. La IA se equivocó, y la afición se vio inmersa en el torbellino de emociones del balón redondo.
La historia de la IA y el fútbol comienza aquí, donde la lógica choca con dramáticos "cambios de rumbo".
La IA aún no puede "leer" el fútbol
Un juego de muchas variables
A diferencia del baloncesto o el béisbol, donde los marcadores se anotan continuamente y las probabilidades se calculan fácilmente, el fútbol es un deporte donde el marcador es difícil de predecir. Un partido dura 90 minutos, pero basta con un resbalón, un autogol o incluso una decisión polémica del VAR para desbaratar cualquier pronóstico.
Con cientos de variables en constante cambio, desde la táctica hasta la psicología, desde la aptitud física hasta el clima, un modelo de IA, por más poderoso que sea, tendría dificultades para capturarlas todas.
Cuando la emoción supera a los algoritmos
Los jugadores son personas, no datos. La IA puede calcular el porcentaje de tiros a puerta, el control del balón, los pases acertados... pero no puede "leer" el corazón humano.
En respuesta a Tuoi Tre Online, un comentarista dijo que Un jugador puede estar en su mejor momento, pero una sola noche sin dormir por problemas familiares o un conflicto interno en el equipo, y todos los parámetros pierden importancia. El espíritu de lucha, el orgullo en un derbi o la inspiración inesperada de la grada... son datos que ningún sensor puede medir.
Los fanáticos deben tener cuidado con las predicciones de la IA.
Aprendizaje automático, pero no todo
La IA aprende de los datos. Pero los datos del fútbol están llenos de lagunas. Lo que se puede recopilar, como pases, tiros, velocidad de movimiento... es solo la punta del iceberg. La IA no puede hacer nada al respecto de lo oculto, como el entendimiento tácito entre jugadores, los cálculos tácticos del entrenador o el miedo en la mirada del portero.
Sin mencionar que los modelos actuales de IA suelen ser buenos con datos antiguos, pero fallan al enfrentarse a cosas nuevas. Y el fútbol, como sabemos, está lleno de sorpresas, desde la victoria del Leicester en la Premier League hasta la victoria de Arabia Saudita sobre Argentina en el Mundial de 2022...
Un juego para humanos y hecho por humanos
Nadie puede programar la suerte. Un disparo que pega en un poste o un balón que roza la portería puede cambiar todo un resultado, o incluso una temporada. Incluso con el VAR, los árbitros siguen siendo humanos, así que un error de una fracción de segundo, una decisión equivocada o un chaparrón repentino que deja el campo resbaladizo... todo puede cambiar.
La IA puede analizar, predecir, asistir en el entrenamiento e incluso diseñar tácticas óptimas. Pero el fútbol es un deporte de pasión y emoción. Los aficionados pueden aprovechar la IA, pero no deberían depender completamente de ella, por muy lógico que parezca.
Fuente: https://tuoitre.vn/ai-va-bong-da-khi-nguoi-ham-mo-lac-giua-logic-va-lat-keo-2025060411413344.htm
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