La morcilla contiene mucho hierro, un componente muy importante para la formación de la sangre, pero no es buena para todos e incluso puede entrañar muchos riesgos.
El 17 de septiembre, el Dr. Nguyen Quoc Nhat, subdirector del Departamento de Quimioterapia del Instituto Nacional de Hematología y Transfusión Sanguínea, afirmó lo anterior y añadió que el hierro es un componente fundamental para la formación de la sangre. Por lo tanto, la morcilla, rica en hierro, puede ayudar a mejorar la anemia en casos de anemia causada por la deficiencia de hierro.
Sin embargo, la anemia se debe a muchos factores, y la deficiencia de hierro es solo uno de ellos. La suplementación con hierro solo debe realizarse bajo supervisión médica. "Antes de tomar cualquier medicamento o suplemento alimenticio para aumentar el hierro, debe consultar a un médico para determinar la causa de su anemia", afirmó el Dr. Nhat.
En algunos casos, la anemia se acompaña de una sobrecarga de hierro (normalmente anemia por talasemia). En estos casos, tomar suplementos de hierro o consumir alimentos ricos en hierro empeorará la afección. "Por lo tanto, comer morcilla no es bueno para todos", afirmó el Dr. Nhat.
Un aspecto crucial que muchas personas suelen pasar por alto es que la morcilla cruda, si no está bien cocida, siempre conlleva el riesgo de infecciones bacterianas y parasitarias. Por lo tanto, los médicos recomiendan a todos tener esto en cuenta antes de consumirla, especialmente a los pacientes a quienes sus médicos les han recomendado consumir alimentos cocidos y beber agua hervida.
Además de adherirse al plan de tratamiento, los pacientes con anemia por deficiencia de hierro necesitan una dieta adecuada para ayudar a sus cuerpos a recuperarse rápidamente.
El Dr. Phan Kim Dung, Jefe del Departamento de Nutrición y Dietética del Instituto Nacional de Hematología y Transfusión Sanguínea, afirmó que los pacientes necesitan una dieta equilibrada que cubra las necesidades nutricionales esenciales de su cuerpo, equilibrando las proteínas animales y vegetales. Para mejorar la calidad de las comidas, es necesario asegurar una ingesta suficiente de hierro según la ingesta diaria recomendada (según la edad y el sexo).
Aumente su consumo de alimentos ricos en proteínas que contengan hierro, ácido fólico y vitaminas, especialmente del grupo B. Las fuentes de proteína animal incluyen carnes rojas como la de res, ternera, hígado, sangre, cerdo y pavo. Consuma entre 45 y 60 g de proteína al día, equivalente a 200-300 g de carne al día.
Consuma mariscos de 2 a 3 veces por semana, incluyendo caballa, salmón y mariscos como ostras, almejas y caracoles. Además, los adultos deberían consumir de 2 a 3 huevos por semana. Los huevos son ricos en nutrientes como proteínas, lípidos y carbohidratos. La yema, en particular, contiene una cantidad significativa de hierro, calcio, zinc y vitamina A.
Las fuentes de proteína vegetal incluyen verduras de hoja verde oscuro y crucíferas como la espinaca, el berro y el brócoli. Se recomienda una ingesta diaria de 300-400 g (equivalente a un tazón de verduras por comida). Las legumbres y los frutos secos como los guisantes, la soja, el cacahuete, los anacardos y las almendras también son beneficiosos.
Las frutas y bayas maduras, como cerezas, fresas, uvas, arándanos, granadas, etc., no solo son ricas en hierro, sino también en vitamina C, que mejora la circulación y la absorción de hierro. Se recomienda consumir entre 100 y 200 g de fruta madura al día.
Limite el consumo de té y café, ya que contienen taninos que inhiben la absorción de hierro. Tome suplementos de hierro o multivitamínicos según las indicaciones de su médico.
Le Nga
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