La implementación de un sistema de gobierno local de dos niveles ha puesto fin al funcionamiento del comando distrital de prevención de desastres, búsqueda y rescate, y defensa civil, una unidad que había estado muy familiarizada con este campo durante muchos años. Por lo tanto, han surgido numerosas inquietudes. La mayor preocupación es la posibilidad de complacencia y negligencia por parte de algunos funcionarios comunales, especialmente aquellos directamente involucrados en la prevención y el control de desastres, quienes podrían no estar plenamente conscientes de la situación. Esta deficiencia podría fácilmente tener consecuencias indeseables en las iniciativas de prevención y control de inundaciones y tormentas.
Preocuparse es natural, pero parece ser una preocupación excesiva. Los desastres naturales son impredecibles, pero las acciones humanas no. Una vez que se convierten en protectores de los derechos del pueblo y representantes de su voluntad y aspiraciones, los servidores públicos, independientemente de su rango o circunstancias, deben servir a la nación y al pueblo con dedicación y diligencia, cumpliendo con sus deberes al máximo de sus capacidades. Cuanto más difícil sea la situación, más deben demostrar los funcionarios su competencia, carácter, responsabilidad y conducta ejemplar, implementando soluciones con flexibilidad para responder con prontitud a las situaciones, especialmente a tormentas e inundaciones. Porque si se cometen errores, sobre todo debidos a errores subjetivos, será muy difícil corregirlos.
Siguiendo la directiva n.° 07/CĐ-UBND del Presidente del Comité Popular Provincial, la noche del 20 de julio, las localidades restantes de la provincia reorganizaron rápidamente las Juntas de Comando de Prevención de Desastres, Búsqueda y Rescate, y Defensa Civil a nivel de nueva comuna, asignando tareas específicas a sus miembros. Simultáneamente, finalizaron y aprobaron planes, escenarios y estrategias de prevención de desastres de acuerdo con las regulaciones y la situación real de cada localidad. Prevaleció un sentido de urgencia y responsabilidad, trabajando a contracorriente para minimizar los daños causados por la tormenta y las inundaciones, garantizando la paz y la seguridad de la población. En muchas zonas propensas a deslizamientos de tierra, inundaciones repentinas y deslizamientos de lodo, las autoridades locales difundieron información con prontitud, movilizaron apoyo y ayudaron a la población a reubicarse. En barcos pesqueros, balsas y jaulas de acuicultura, las autoridades de las comunas y distritos costeros ayudaron a los pescadores a asegurar sus embarcaciones, reforzar las jaulas y trasladar a la gente a refugios seguros. Antes de que la tormenta tocara tierra se erigió un muro que conecta a las autoridades locales con la gente.
Es difícil detener el poder destructivo de la naturaleza. Pero lo que las autoridades locales han logrado es minimizar los daños causados por tormentas e inundaciones, fomentando la confianza ciudadana. Uno de los objetivos esperados al operar un sistema de gobierno local de dos niveles es que los funcionarios estén más cerca de la gente. Esto se está haciendo realidad al observar la respuesta del Partido Comunista al tifón n.º 3 por parte de los comités del Partido y las autoridades de las comunas y distritos de la provincia.
Es difícil evitar ciertas cosas, al igual que un nuevo organismo necesita tiempo para adaptarse. Pero la prueba inesperada de la naturaleza, el tifón n.° 3, demuestra que el nuevo comando de prevención de desastres, búsqueda y rescate, y defensa civil a nivel comunal/distrital está asumiendo plenamente las responsabilidades de las antiguas agencias de prevención de desastres a nivel distrital y mejorará gradualmente en el futuro.
Thai Minh
Fuente: https://baothanhhoa.vn/bai-test-tu-thien-nhien-255784.htm






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