Ante las enormes pérdidas, el Gobierno decidió brindar ayuda de emergencia a las ciudades de Hue, Da Nang y Quang Ngai con 350 mil millones de VND. El 3 de noviembre, el Comité Popular de Da Nang asignó otros 210 mil millones de VND a 72 barrios y comunas para la restauración de infraestructura esencial. Numerosas provincias y ciudades implementaron el Programa en la región central del país. Importantes periódicos del sur, como Sai Gon Giai Phong, Phu Nu Ho Chi Minh City, Nguoi Lao Dong y Tuoi Tre, también lanzaron simultáneamente programas de apoyo a la población afectada por las inundaciones.
Si bien las inundaciones de finales de octubre aún no han cesado y la tormenta número 13 se cierne sobre el Mar del Este, la región central se enfrenta a un grave problema: ¿Cómo evitar que el agua siga fluyendo hacia las laderas inundadas? ¿Cómo impedir que las viviendas en las zonas bajas queden sumergidas? ¿Cómo evitar que las carreteras principales se paralicen cada vez que llueve? Estas cuestiones no pueden resolverse únicamente en manos de la población, sino que requieren respuestas desde la visión estratégica del Estado.
La región central tiene un terreno escarpado y un clima adverso, por lo que, para hacer frente a los desastres naturales, esta tierra ha cambiado su enfoque, pasando de la planificación residencial, la infraestructura de transporte, los medios de subsistencia sostenibles, la restauración de los bosques de cabecera y la aplicación de la ciencia y la tecnología .
En todo el mundo, muchos países con geografía similar han logrado convivir con los desastres naturales mediante una visión a largo plazo. Japón, un país azotado por terremotos y tsunamis, ha convertido la prevención de desastres naturales en una industria estrechamente vinculada a la educación comunitaria y la planificación nacional. Tras la histórica inundación de 1987, Corea del Sur ha perseverado durante más de tres décadas en la construcción de un sistema integrado de gestión de inundaciones, que conecta datos hidrológicos, forestales, de tráfico y urbanos en una misma plataforma digital.
O bien, Tailandia, tras la gran inundación de 2011, ajustó la planificación del área de Bangkok, priorizando el desarrollo urbano en rascacielos e integrando embalses y zonas ecológicas protegidas contra inundaciones. Estas lecciones demuestran que solo cuando la reconstrucción se enmarca dentro de una estrategia de desarrollo integral, basada en la ciencia y la gestión moderna, es posible transformar los riesgos en oportunidades.
Da Nang, el dinámico centro de la región central, debe considerarse el punto de partida para la reconstrucción en esta estrategia. Gracias a su ubicación estratégica, su infraestructura relativamente sincronizada y su alta capacidad de gestión y ciencia y tecnología, Da Nang puede convertirse en el centro de coordinación, investigación e implementación del modelo de desarrollo seguro, adaptativo y sostenible para toda la región.
Una visión integral, una estrategia sólida y un apoyo integral no solo sirven para la recuperación tras las tormentas, sino también para construir una nueva región central proactiva, resiliente y sostenible ante los desastres naturales. Las tormentas y las inundaciones pasarán, pero sin una estrategia e inversión coordinada, el círculo vicioso de «socorro-reconstrucción» persistirá.
Es hora de que, en lugar de simplemente “resistir”, se invierta en la región central para lograr la convivencia, convirtiendo los desafíos naturales en oportunidades para el desarrollo sostenible, de modo que nadie tenga que suspirar después de cada temporada de inundaciones.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/bai-toan-tai-thiet-sau-lu-post821552.html
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