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| Fotografía ilustrativa |
Basándose en investigaciones y experiencias internacionales, la normativa tiene como objetivo proteger a los niños, el grupo más vulnerable en caso de accidente. La Organización Mundial de la Salud recomienda los dispositivos de seguridad infantil como la medida más eficaz para reducir las lesiones. El mayor riesgo al colocar a los niños en el asiento delantero reside en los airbags, diseñados para adultos y que pueden desplegarse a velocidades de entre 150 y 300 km/h.
Para los niños pequeños, esta fuerza es suficiente para causar lesiones graves. El cinturón de seguridad delantero tampoco es adecuado, ya que puede comprimir el cuello del niño; incluso un adulto no puede sujetarlo cuando el coche colisiona a velocidades de tan solo 30-60 km/h. Los casos en los que se coloca una cuna en el asiento delantero son aún más peligrosos, ya que, al desplegarse el airbag, puede desplazar la cuna.
Sin embargo, además del consenso en principio, la normativa también plantea numerosas preocupaciones relacionadas con la situación real en Vietnam. La mayoría de las familias utilizan coches de 4 o 5 plazas. Cuando viajan dos niños pequeños, abuelos o más de dos adultos, los asientos traseros suelen ir llenos. La prohibición absoluta de que los niños viajen en los asientos delanteros dificulta la organización del espacio, y algunas familias incluso tienen que considerar otros medios de transporte, lo que les ocasiona inconvenientes y gastos.
Otro problema es el uso de sillas de coche especiales, la solución de seguridad óptima para niños menores de 1,35 m. Aunque no son obligatorias por ley, cuando los niños viajan en los asientos traseros, las sillas especiales son prácticamente imprescindibles para garantizar su seguridad. Sin embargo, el precio de este tipo de silla no es bajo y ocupa bastante espacio en el coche, sobre todo en los modelos más populares. Esto supone una carga económica para muchas familias, especialmente para aquellas con ingresos medios que ya tienen que hacer frente a numerosos gastos mensuales.
A pesar de las preocupaciones, se observa que el objetivo de la normativa es avanzar hacia un entorno vial más civilizado, donde la seguridad infantil sea primordial. Para que la normativa se implemente de forma viable, se requiere preparación por ambas partes. El Estado debe promover la comunicación y la información sobre cómo elegir y utilizar asientos especiales, así como investigar políticas de apoyo económico para reducir la carga financiera . Por su parte, es importante que los padres proactivos cambien su mentalidad, priorizando la seguridad infantil sobre la comodidad momentánea.
Las dificultades iniciales son inevitables, pero con el apoyo de las autoridades y el sentido de responsabilidad de cada familia, las normas pronto se convertirán en nuevos hábitos de seguridad. Porque proteger a los niños cuando participan en actividades de seguridad vial es proteger su futuro, algo que no se puede cambiar por ninguna comodidad.
Fuente: https://baothainguyen.vn/xa-hoi/202511/bao-ve-tre-em-tren-o-to-3104676/







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