La energía solar en tejados, si no es "autoproducida y autoconsumida", debe estar conectada a la red, lo que generará costos de operación del sistema, por lo que no se fomenta, según el Ministerio de Industria y Comercio .
En el proyecto de Decreto sobre el mecanismo para fomentar el desarrollo de la energía solar autoproducida y autoconsumida en azoteas, el Ministerio de Industria y Comercio propuso que, si este tipo de energía no está conectada a la red, se desarrollará sin restricciones. En caso de conexión a la red, los usuarios tienen derecho a generar o no excedentes de energía en el sistema, pagando 0 VND. La capacidad total de esta forma no debe exceder la capacidad asignada en el plan para implementar el Plan Energético VIII (2600 MW).
Algunos expertos consideran que las regulaciones anteriores no son lo suficientemente atractivas para alentar a la gente a invertir porque no poder vender o vender a 0 VND no será económicamente efectivo.
En un comunicado emitido la tarde del 30 de abril, la Autoridad Reguladora de Electricidad (Ministerio de Industria y Comercio) reiteró su postura cautelosa respecto al desarrollo de la energía solar en azoteas. Según el regulador, esta fuente de energía solo debería estar disponible para el consumo in situ y no debería fomentarse ni restringirse su vertido al sistema.
"Si se desarrolla masivamente a gran escala, afectará enormemente el equilibrio del sistema, causando costos innecesarios", advirtió la agencia.
Según datos actualizados, la capacidad de energía solar en tejados ronda los 7.660 MW, lo que representa más del 9% de la capacidad total y casi el 4% de la producción del sistema eléctrico nacional. En términos de capacidad instalada, esta fuente de energía tiene una mayor proporción que otras energías renovables, como la eólica y la biomasa, e incluso supera a las minicentrales hidroeléctricas y las turbinas de gas, que solían representar una gran proporción en la estructura energética anterior.
Según el Ministerio de Industria y Comercio, la energía solar en tejados es inestable debido a su dependencia de la radiación solar. En ausencia de radiación (nubes, lluvia o de noche), la red eléctrica nacional debe garantizar un suministro eléctrico suficiente. Por lo tanto, para estabilizar la fuente, se deben considerar fuentes de almacenamiento adecuadas. Es decir, los ciudadanos y toda la industria eléctrica deben asumir el coste de este almacenamiento y respaldo.
En concreto, a pequeña escala, las organizaciones y los particulares tendrán que equiparse con baterías de almacenamiento. Los precios de estos dispositivos tienden a la baja, pero siguen siendo elevados.
A gran escala, las opciones de respaldo son la energía hidroeléctrica de bombeo o las fuentes convencionales (hidroeléctrica, de carbón, turbinas de gas). Sin embargo, la incertidumbre de la energía solar en tejados obliga a estas fuentes a operar de forma intermitente. Esto no solo reduce la producción, sino que también daña los equipos debido a los constantes ajustes o arranques y paradas.
El regulador eléctrico considera que, en épocas de alta radiación solar, este tipo de capacidad corre el riesgo de superar la capacidad de absorción de la red regional. En ese momento, la unidad de despacho debe optar por reducir la capacidad de las centrales eléctricas tradicionales o de las energías renovables.
La primera opción sería muy peligrosa, ya que si se reducen las fuentes de energía controlables tradicionales, el sistema ya no tendrá los recursos para responder ante las fluctuaciones de las energías renovables. Por lo tanto, la opción habitual e inevitable, según el Ministerio de Industria y Comercio, es recortar las energías renovables. Esta opción, según afirman, también incrementa los costos operativos y desperdicia recursos sociales.
Al mismo tiempo, esta agencia evaluó que las fuentes solares en azoteas están dispersas y son pequeñas, lo que dificulta la recopilación de datos y el control durante la operación del sistema. Para lograr el equilibrio, la unidad de control debe recopilar datos de capacidad de todas las fuentes de energía. Sin embargo, esto solo es posible con fuentes de tamaño suficientemente grande, como las de parques industriales y grandes fábricas.
Con sistemas domésticos de pequeña escala, no es posible recopilar datos precisos. La agencia de despacho solo pronosticará esta capacidad, lo que dificulta la operación del sistema. Además, la recopilación y la previsión de datos requieren un sistema flexible y generan costos operativos adicionales.
La última razón dada por las autoridades es que el desarrollo de la energía solar en tejados genera "una gran preocupación sobre el coste global del sistema" para la agencia reguladora y los inversores de las centrales eléctricas tradicionales.
Este costo se debe a la necesidad de contar con fuentes de energía convencionales para afrontar la incertidumbre de las energías renovables. El despachador deberá mantener una cierta cantidad de fuentes de energía convencionales operando continuamente en modo de espera o de bajo consumo. Por lo tanto, aún debe pagar para que las fuentes de energía permanezcan en este estado en lugar de generar electricidad.
Al mismo tiempo, las compañías eléctricas aún deben invertir en la red para suministrar electricidad a los clientes por la noche o cuando el cielo está nublado, pero no pueden venderla durante el día. "La producción de ventas de la compañía eléctrica ha disminuido, pero la inversión se mantiene; la tasa de inversión en la red aumentará", declaró el Ministerio de Industria y Comercio, añadiendo que este costo se calculará para todos los clientes, incluidos aquellos que no instalan electricidad renovable.
Además, si se sigue el criterio de que "los costos de cada causa deben calcularse por cada causa", el Ministerio de Industria y Comercio considera que quienes invierten en energía solar en azoteas deben pagar para que el sistema mantenga su funcionamiento normal y reciba un suministro eléctrico estable. Por lo tanto, en general, cuanto más volátil sea la fuente de energía renovable, mayor será el costo.
Desde 2017, para fomentar las energías renovables, el Gobierno cuenta con un mecanismo para recomprar la energía solar en azoteas invertida por los ciudadanos a un precio preferencial (precio FIT) de 9,35 centavos por kWh, que posteriormente se reduce a 7,09 centavos por kWh para proyectos de transición. Esta política incentiva a los ciudadanos a invertir masivamente en sistemas de energía solar en azoteas para su uso y a vender el exceso de capacidad a EVN. Los datos de EVN muestran que, al 31 de diciembre de 2020, fecha de vencimiento de la política de precios FIT, había aproximadamente 101.029 proyectos de este tipo conectados al sistema eléctrico a nivel nacional, con una capacidad instalada total de hasta 9.296 MW.
Phuong Dung
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