Sin embargo, si se detecta a tiempo, el cáncer de tiroides es uno de los tipos de cáncer más tratables, con una tasa de supervivencia a 5 años de casi el 100 %. Por lo tanto, la detección temprana es fundamental.
Los primeros síntomas del cáncer de tiroides
Los primeros signos de cáncer de tiroides son la inflamación del cuello o la aparición de bultos y ganglios linfáticos inusuales. Estos bultos suelen ser bastante duros, tener bordes definidos y moverse al ritmo de la deglución del paciente. Por otro lado, los ganglios linfáticos son blandos, móviles y se ubican del mismo lado que el tumor.
Otros síntomas del cáncer de tiroides incluyen:
- Cansado
- Ronquera, cambios de voz
- Glándulas inflamadas en el cuello
- Tos persistente que no se debe a un resfriado
- Dolor de cuello, el dolor puede localizarse en la parte delantera del cuello o irradiarse detrás de la oreja.
- Dificultad para respirar u otros problemas respiratorios
- Dificultad para tragar
Cuando hay síntomas de sospecha de cáncer de tiroides, es necesario consultar a un médico de forma temprana para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno y adecuado.
Síntomas del cáncer de tiroides cuando se desarrolla
El cáncer de tiroides en etapa avanzada puede presentar síntomas graves, entre ellos:- El tumor es grande, duro y fijo en la parte delantera del cuello.
- El tumor aumenta gradualmente de tamaño, comprimiendo la tráquea y las cuerdas vocales, y causando dificultad para respirar, sibilancia y ronquera.
- Sensación de ahogo en la garganta
- Tener dificultad para tragar
- La piel del cuello está roja e incluso sangra.
Diagnóstico del cáncer de tiroides
Además de las manifestaciones clínicas, los médicos pueden solicitar una variedad de pruebas para ayudar a diagnosticar la enfermedad, que incluyen:
Diagnóstico por imagen donde la ecografía es el método más común. La ecografía es un método que utiliza ondas sonoras para recrear imágenes de órganos del cuerpo, incluida la glándula tiroides. A partir de ahí, los médicos pueden evaluar el grado de malignidad mediante imágenes ecográficas.
Aspiración con aguja fina: el médico utilizará una aguja fina para puncionar el tumor tiroideo y extraer una pequeña muestra de tejido. Posteriormente, la observará al microscopio para el diagnóstico. Este método es muy útil para diagnosticar tumores benignos o malignos.
Tratamiento del cáncer de tiroides
La decisión de elegir un método de tratamiento depende principalmente del tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad, la edad y otras condiciones de salud del paciente.
Ante el diagnóstico de cáncer de tiroides, sospechado o confirmado, mediante citología, el paciente no debe preocuparse demasiado. El tratamiento del cáncer de tiroides ofrece las siguientes posibilidades:
Extirpar únicamente el lóbulo y el istmo de la glándula tiroides con cáncer. Si el tumor mide menos de 1 cm de diámetro, o incluso menos de 1,5 cm en un lóbulo (un lado) de la glándula tiroides, el tumor en el istmo mide menos de 1 cm de diámetro, al realizar la cirugía, el tumor no ha invadido significativamente la cápsula tiroidea ni los órganos vecinos, ni ha metastatizado a los ganglios linfáticos (es decir, no ha metastatizado), y el otro lado de la glándula tiroides no presenta otras lesiones acompañantes, entonces los médicos extirparán solo un lóbulo de la glándula tiroides del paciente.
Tipos de cáncer de tiroides.
Tiroidectomía total sin tratamiento con yodo radiactivo. Si el tumor es grande o afecta ambos lóbulos tiroideos con mínima invasión de la cápsula tiroidea, pero no ha invadido órganos vecinos ni ha metastatizado a los ganglios linfáticos del cuello, el cirujano considerará la tiroidectomía total y la disección de los ganglios linfáticos del cuello (si corresponde).
Los pacientes serán evaluados después de la cirugía y se les administrará terapia de reemplazo de hormona tiroidea. Es posible que estos casos no requieran tratamiento con yodo radiactivo posoperatorio, pero especialistas en medicina nuclear y radioterapia evaluarán en detalle la posibilidad de dicho tratamiento, por ejemplo, para determinar si existen células cancerosas tiroideas restantes, si han hecho metástasis, etc.
Síntomas del cáncer de tiroides recurrente
Los signos y síntomas de la recurrencia del cáncer de tiroides pueden incluir:
- Hinchazón o bulto en el cuello. Este bulto suele crecer rápidamente.
- Dolor que comienza en la parte delantera del cuello y que a veces se irradia al oído.
- Dificultad para respirar y tragar
- Ronquera, cambios de voz
- Tos persistente y no relacionada con un resfriado.
Según investigaciones, la tasa de recurrencia del cáncer de tiroides es de aproximadamente el 30 %. De este porcentaje, la recurrencia del cáncer solo en la zona del cuello representa aproximadamente el 80 %. El resto se diagnostica con cáncer de tiroides recurrente metastásico distante. El cáncer metastásico es una afección en la que se forman tumores en otras partes del cuerpo, como los pulmones, el hígado y los huesos.
Resumen: El cáncer de tiroides, tanto primario como recurrente, es completamente tratable si se detecta a tiempo. Para quienes han recibido tratamiento para el cáncer de tiroides, es fundamental el seguimiento regular de la enfermedad y la asistencia a todas las citas de seguimiento. Esto ayuda a los pacientes a detectar signos tempranos de recurrencia del cáncer de tiroides para prevenir la posibilidad de que el cáncer regrese y se agrave.
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