1. Tratamiento del dolor de cuello y hombros con medicamentos.
El dolor de cuello y hombros es una afección común y a menudo es el resultado de distensiones o esguinces musculares causados por deportes , sobreesfuerzo o mala postura, dislocaciones, fracturas del cuello o de los huesos de la parte superior del brazo o nervios pinzados (también conocido como radiculopatía).
El dolor de cuello y hombros puede variar de leve a intenso e incluye hormigueo, rigidez muscular, espasmos y dolor. En algunos casos, puede ser un signo de un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
En caso de que el dolor de cuello y hombros persista y no remita, se deben utilizar algunos analgésicos:
1.1 Medicación oral
- Analgésicos: a menudo se recomienda el acetaminofén (paracetamol) como el primer medicamento a probar si tiene dolor a corto plazo.
Sin embargo, el abuso o el uso excesivo de acetaminofén pueden causar rápidamente daño hepático. Por lo tanto, no se debe exceder la dosis diaria de 4 g de acetaminofén.
- Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, el naproxeno y la aspirina, alivian el dolor y reducen la hinchazón al inhibir la respuesta inflamatoria del cuerpo.
Este grupo puede producir efectos secundarios: sangrado de estómago, dolor de estómago, presión arterial alta, retención de líquidos, indigestión, dolor de cabeza, mareos, somnolencia...
El dolor de cuello y hombros a menudo provoca molestias y dolor al paciente.
Tenga en cuenta que se debe limitar o evitar el consumo de alcohol al tomar AINE, ya que esta combinación de fármacos puede irritar los intestinos y aumentar el riesgo de hemorragia estomacal. El uso prolongado o en dosis altas de AINE también puede provocar úlceras pépticas.
Además, las personas alérgicas a los AINE, que tienen asma, están embarazadas o amamantando o tienen una enfermedad cardíaca deben evitar el uso de estos medicamentos o usarlos solo según las indicaciones de un médico.
Analgésicos de origen neurológico: Los antidepresivos (amitriptilina, fluoxetina, paroxetina, sertralina, etc.), los anticonvulsivos (gabapentina, fenitoína, etc.) y los bloqueadores nerviosos (bupivacaína, etc.) suelen utilizarse para tratar el dolor de cuello y hombros causado por compresión o trastornos nerviosos. Este grupo de fármacos actúa interfiriendo en la forma en que el cerebro recibe o interpreta las señales de dolor o bloqueando las señales de dolor enviadas por los nervios irritados.
Los efectos secundarios comunes del medicamento incluyen ansiedad, inquietud, somnolencia, sequedad de boca y aumento de peso…
Nota: Use el medicamento sólo cuando lo indique un médico.
1.2. Medicamentos tópicos
Algunos analgésicos se pueden aplicar directamente sobre la piel, en el lugar del dolor, como geles y cremas, que son útiles para el alivio del dolor a corto plazo.
Los analgésicos tópicos suelen contener AINE como diclofenaco o piroxicam. Estos medicamentos actúan reduciendo la inflamación y la hinchazón. Los medicamentos tópicos tienen menos efectos secundarios que los orales. La capsaicina, un extracto de chiles, se utiliza a veces en analgésicos tópicos para tratar dolores como el de cuello y hombros.
El uso de medicamentos para tratar el dolor de cuello y hombros debe seguir las instrucciones del médico.
1.3 Inyecciones de corticosteroides
En algunos casos, se pueden usar inyecciones locales de corticosteroides para aliviar el dolor de cuello y hombros, especialmente la artritis del hombro. El medicamento actúa rápidamente, por lo que puede tratar el dolor rápidamente.
Las inyecciones de corticoides también pueden producir algunos efectos secundarios como: Osteoporosis y fracturas óseas en usuarios a largo plazo, atrofia muscular, debilidad, náuseas, vómitos, diarrea, crecimiento lento en los niños cuando se usa durante mucho tiempo, infecciones, cataratas, trastornos del sueño, ansiedad, trastornos mentales...
Nota:
- Las inyecciones de corticosteroides sólo deben utilizarse después de que otros tratamientos hayan fallado.
- No inyectar en pacientes con artritis grave, personas con problemas sanguíneos (hemofilia) o que estén tomando anticoagulantes (como warfarina).
- No se inyecte corticosteroides regularmente porque aumentará el riesgo de debilitar los huesos y el tejido blando en el lugar de la inyección.
- Los pacientes con presión arterial alta, diabetes tipo 2 o heridas abiertas deben consultar a su médico antes de recibir inyecciones de corticosteroides.
En algunos casos se pueden utilizar inyecciones locales de corticosteroides para el dolor de cuello y hombros.
1.4 Relajantes musculares
Los relajantes musculares actúan directamente sobre el sistema nervioso central, ayudando a calmar al paciente y bloquear los nervios que envían señales de dolor al cerebro, ayudando a que los músculos del cuello y los hombros se relajen y reduzcan el dolor.
Algunos medicamentos de uso común: Carisoprodol, ciclobenzaprina, tizanidina, baclofeno, metocarbamol...
Algunos efectos secundarios que pueden ocurrir al tomar el medicamento incluyen: somnolencia, mareos y confusión, que pueden impedirle pensar con claridad y hacer que no sea seguro conducir un automóvil u operar maquinaria.
Nota: Los relajantes musculares suelen recetarse para el alivio a corto plazo del dolor muscular y evitar que el paciente desarrolle dependencia. Por lo tanto, el medicamento se prescribe durante 2-3 semanas. Además, Se pueden utilizar suplementos para controlar el dolor crónico, como la glucosamina o la condroitina.
Se debe limitar o evitar el consumo de alcohol mientras se toman AINE, ya que esta combinación de fármacos puede irritar el intestino y aumentar el riesgo de sangrado estomacal. El uso prolongado o en dosis altas de AINE también puede provocar úlceras estomacales.
2. Tratamiento no farmacológico
En casos de dolor leve, el dolor se puede reducir mediante:
Aplicar calor o hielo en la zona afectada:
Aplique una compresa fría en el cuello y los hombros durante los primeros 3 días tras el inicio del dolor. Envuelva la compresa fría en una toalla y úsela hasta 20 minutos, 5 veces al día, para ayudar a reducir la hinchazón.
- Aplicar calor con una almohadilla térmica o una compresa tibia.
- Masajear suavemente el cuello y los hombros.
Ejercicio suave: Realice ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento.
Evite los malos hábitos que pueden causar dolor:
- Siéntese en una posición cómoda, incline la cabeza hacia adelante, toque con la barbilla el hueco del cuello y mantenga esa posición durante 5 a 10 segundos.
Inclina lentamente la cabeza hacia atrás, mirando al techo. Mantén la posición de 5 a 10 segundos.
- Inclina la cabeza hacia la derecha, de manera que tu oreja toque tu hombro.
- Mantenga los hombros relajados y mantenga la posición durante 5 a 10 segundos.
- Repite el movimiento del lado izquierdo. Gira suavemente la cabeza hacia la derecha para que la mirada se dirija hacia el hombro. Mantén la cabeza en esa posición de 5 a 10 segundos.
- Repite el movimiento en el lado opuesto.
3. Notas al utilizar medicamentos
Al utilizar medicamentos para tratar el dolor de cuello y hombros, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- No utilice medicamentos sin prescripción médica, no utilice medicamentos recetados por otra persona y no reutilice recetas antiguas.
- Siga las instrucciones de medicación de un especialista, no aumente/disminuya/deje de tomar la medicación arbitrariamente sin consultar antes con un médico.
- Si experimenta algún síntoma inusual mientras toma el medicamento, debe notificar inmediatamente a su médico para recibir tratamiento oportuno y evitar posibles complicaciones.
- Evite los deportes u otras actividades que puedan agravar el dolor de cuello y hombros.
Dr. Hoang Van
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