La ceremonia de apertura del Torneo de Fútbol de la Policía de la ASEAN 2025 se llevó a cabo no solo como una ceremonia de inicio del torneo, sino también como una gran sinfonía, donde cada movimiento, cada rayo de luz, cada melodía se escenificó como capítulos sobre la amistad, el espíritu deportivo y el deseo de unir a los países de la región.

El ambiente previo al saque inicial se llenó de la energía de miles de espectadores, música apasionada y efectos de iluminación en las gradas. Animadas ovaciones y canciones conocidas se renovaron con arreglos modernos, llevando a todos a un clímax emotivo antes del inicio de la ceremonia oficial.
Detrás de cada llamativo marco se esconde un sistema de tecnología moderna en el que se ha invertido a fondo: desde el sistema de mapeo láser que cubre todo el campo, el escenario móvil de estándar internacional hasta las banderas LED que ondean silenciosamente en el cielo nocturno. Estos elementos, aparentemente invisibles, crean la singularidad del evento, donde la sublimación solo comienza.

Las personas observadoras pueden reconocer la marca de SHB y T&T en la tenue pancarta/imagen del torneo, en la actuación del conjunto, en la presencia completa y meticulosa de cientos de oficiales de SHB y T&T en las actuaciones que combinan artes escénicas y mensajes sociales.
Esa contribución no fue ostentosa, sino que estuvo imbuida de un espíritu de compañerismo: no se quedó en el centro del escenario, sino que fue quien difundió el mensaje. SHB y T&T, junto con el organizador Zeit Media, fueron quienes crearon el espacio para que las jóvenes voces cantaran las aspiraciones de la región. Fue esta discreta presencia la que le dio profundidad al evento, donde el rol del patrocinador no se limitó al apoyo financiero, sino que también se convirtió en coautor de los valores a largo plazo que el torneo buscaba.

Desde el momento en que los tambores resonaron en el centro del campo, abriendo el programa artístico con los mashups "The Road We Walk", "Joining Hands", "Unstoppable", hasta el momento en que los representantes de los países de la ASEAN y Australia "descubrieron" el trofeo del campeonato, cada imagen llevaba en sí meticulosidad, sofisticación y una fuerte inspiración.

El clímax llegó cuando decenas de niños de la Academia SHB FC cantaron junto a más de 500 artistas, con una aspiración común: construir un Sudeste Asiático unido por la paz. La luz de cientos de dispositivos LED que se movían sincronizados en las manos de los actores era como el latido de un futuro vivo, confiado y unido.
Ningún detalle es casual. Cada actuación busca la confianza, la cooperación, el desarrollo y la paz. La presencia de policías, niños y empresarios en la actuación es como si cada clase social caminara junta en el mismo campo, donde el deporte ya no es una competición, sino un lenguaje común de confianza y respeto.
Por lo tanto, SHB y el Grupo T&T no aparecieron directamente, sino que optaron por ser quienes mantenían el telón de fondo, quienes permanecían detrás, pero que comprendían cada movimiento del evento. Un farolero no se para bajo la luz, pero gracias a ella, la luz puede propagarse.
La ceremonia inaugural ha terminado. Pero las emociones persisten. La historia acaba de comenzar. Y detrás de todo, están quienes han decidido acompañar en silencio, para que el deporte, la cultura y la humanidad puedan brillar con plenitud, sinceridad y sostenibilidad.
Fuente: https://cand.com.vn/the-thao/cau-chuyen-phia-sau-dem-khai-mac-giai-bong-da-ruc-ro-i774581/
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