Recientemente, en las redes sociales, apareció información de que en una provincia montañosa del norte, con el fin de organizar un programa cultural en la noche del 30 de Tet Giap Thin 2024, la ciudad de esta provincia solicitó a varias escuelas de la zona que participaran en presentaciones de canto y baile... para servir a la gente para celebrar la víspera de Año Nuevo.
Este incidente ha causado gran malestar entre el profesorado y la comunidad en línea. Los docentes creen que su función es enseñar, no actuar. Organizar y participar en actividades de canto, baile y actuación debería ser el centro cultural de la provincia, el centro cultural de la ciudad, la compañía de música y danza... ¿No debería esta fuerza profesional organizar un programa artístico de primavera y obligar a las escuelas a participar?
Debido al nombramiento, la junta escolar obligó a los maestros. Según muchos, han trabajado duro todo el año para "formar a la gente", y el 30 de Tet, deben quedarse en casa limpiando y preparando la Nochevieja... con una montaña de trabajo sin especificar, también tienen que salir a bailar y cantar, pero no pueden negarse, no se atreven por muchas razones delicadas, muy difíciles de explicar.
Quizás esta situación no se limite a unos pocos lugares, sino que también ocurre en muchas otras localidades. Muchos comentaron que si fuera un día normal u otro festivo importante, no habría problema, pero que en la noche del 30 de Tet, obligar a los docentes a dejar sus familias y hogares para dedicarse a las artes escénicas no es apropiado. El sector cultural, deportivo y turístico debe desempeñar mejor su papel en ocasiones como esta, evitando la movilización excesiva de personal en el sector educativo .
Hace unos años, se desató un escándalo en algunos lugares donde se obligaba al profesorado a beber, agasajar a invitados, socializar, etc., lo que provocó indignación pública. Posteriormente, el sector educativo tuvo que emitir un documento prohibiéndolo. Por lo tanto, ante la práctica de obligar al profesorado a cantar y bailar cuando no quieren y no es su deber, los responsables del Ministerio de Educación y Formación también necesitan instrucciones y orientación para ayudar al profesorado a expresarse mejor.
En relación con el Tet, actualmente muchos centros educativos obligan a los docentes a estar de guardia durante el Tet (2-3 personas por turno, con guardias de seguridad). Los directores asignan docentes una y otra vez de forma forzada, sin remuneración, lo que genera insatisfacción y protestas por la insuficiencia de los servicios.
Mucha gente cree que el Código Laboral, la Ley de Funcionarios Públicos, la Ley de Educación, etc., no estipulan que los docentes deban estar de guardia. Según la normativa, durante el Tet, los docentes tienen derecho a recibir su salario completo (incluyendo asignaciones). Si están de guardia, según el Código Laboral, deben recibir al menos el 300 % de sus horas extras.
Sin embargo, desde hace mucho tiempo, la situación de los profesores que tienen que estar de guardia durante el Tet ha sido bastante común y, a menudo, sin remuneración. El problema es que casi todas las escuelas tienen guardias de seguridad. Si la escuela necesita vigilancia, esta tarea se les asigna a los guardias de seguridad. Y si hay visitas, son pocas las agencias, organizaciones o padres que acuden a visitarla durante el Tet.
Por lo tanto, el sector educativo también necesita orientar y regular con mayor claridad este tema para que sea razonable y se ajuste a la ley. Llamarlo "vacación del Tet" significa tener un día libre, no tener que ir a trabajar, salvo para organizar turnos laborales o casos especiales que requieran trabajo continuo, como en el ejército, los hospitales, la policía, los bomberos... En cuanto al sector administrativo, no se necesitan regulaciones tan rígidas, pero sí flexibilidad para cada campo.
VAN PHUC
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