Las organizaciones internacionales dicen que la inflación y las malas cosechas han empujado a Haití a su peor nivel histórico de inseguridad alimentaria, con muchos residentes desesperados enfrentándose a grupos armados que se apoderan de sus tierras y destruyen los cultivos.
"La creciente crisis del hambre está alimentando una crisis de seguridad que está devastando el país. Necesitamos acciones urgentes ahora en lugar de esperar una respuesta a gran escala", dijo Jean-Martin Bauer, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en Haití.
Personas huyen de la violencia de pandillas en Puerto Príncipe, Haití, el 21 de marzo de 2024. Foto: Reuters
La Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) -que establece la escala del hambre utilizada por las Naciones Unidas- señaló en un informe que alrededor de 4,97 millones de personas de la población total de Haití, de aproximadamente 11,5 millones, enfrentan una crisis o niveles peores de inseguridad alimentaria.
En este sentido, actualmente hay ocho zonas consideradas en fase de emergencia (el peor nivel antes de la hambruna), entre ellas el valle de Artibonite, zonas rurales de la península de Grand-Anse y barrios de la capital haitiana como el empobrecido barrio de Cité Soleil.
De las zonas mencionadas, el Valle de Artibonito es el corazón agrícola de Haití, que ha sido duramente atacado por bandas que se expanden desde la capital, Puerto Príncipe.
El informe del IPC encontró que sólo el 5% de los haitianos recibió ayuda alimentaria humanitaria, y el PMA dijo que esas operaciones estaban "mal financiadas".
Más de 30.000 personas han huido de la violencia en la capital en tan solo dos semanas este mes, según datos de la ONU. La mayoría ha perdido sus hogares y vive en campamentos o con otras familias.
Las autoridades de la vecina República Dominicana, que ha deportado a decenas de miles de migrantes haitianos, afirmaron que no aceptarían una ruta aérea patrocinada por las Naciones Unidas para entregar ayuda a Haití. Afirmaron que dicha ruta era para la evacuación de extranjeros.
Laurent Uwumuremyi, director de la filial haitiana del grupo de ayuda Mercy Corps, afirmó que las pandillas controlan ahora casi el 90% de la capital, lo que ha paralizado servicios básicos como infraestructura y suministros esenciales. Los hospitales también están al borde del colapso.
Incluso en zonas como el exclusivo barrio de Pétion-Ville, la gente sigue atrincherada en sus casas. Si la actual crisis humanitaria continúa agravándose sin ningún esfuerzo por resolverla, Puerto Príncipe pronto quedará sepultado, afirmó.
Ngoc Anh (según Reuters)
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