La reunión se produce después de que el presidente Biden finalizara anticipadamente su viaje a Asia para intentar llegar a un acuerdo para resolver la crisis del techo de la deuda.
Al inicio de su reunión con el presidente de la Cámara de Representantes, McCarthy, el presidente Biden expresó su optimismo respecto al progreso de las conversaciones, enfatizando que ambas partes tenían la importante responsabilidad de resolver el estancamiento. Tras la reunión, Biden consideró que las conversaciones con McCarthy fueron productivas, pero que ambas partes aún tenían puntos de desacuerdo.
De igual manera, en declaraciones a la prensa, el presidente de la Cámara de Representantes, McCarthy, afirmó que, si bien no se llegó a un acuerdo, la discusión fue productiva en los puntos de desacuerdo. McCarthy también indicó que los negociadores trabajarían durante toda la noche para reducir las diferencias y afirmó que él y el presidente Biden dialogarían a diario para encontrar una solución al problema.
Las negociaciones entre republicanos y demócratas sobre el aumento del techo de la deuda son más urgentes que nunca. La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, advirtió que el gobierno podría quedarse sin fondos para pagar sus cuentas e incumplir su deuda, posiblemente incluso el 1 de junio, con una deuda de más de 31 billones de dólares, si no se suspende o eleva el techo de la deuda.
Ambas partes tienen opiniones diferentes sobre el tema. Los republicanos argumentan que no es posible elevar el techo de la deuda sin medidas drásticas para reducir el déficit público. Estas incluyen recortar el gasto en Seguridad Social y limitar el acceso a Medicaid, el programa de atención médica para los pobres.
Mientras tanto, la administración Biden se ha opuesto a las medidas, proponiendo en su lugar recortes de gastos y aumentos de impuestos para las personas y corporaciones más ricas, que actualmente disfrutan de importantes recortes fiscales. Los republicanos han rechazado los aumentos de impuestos.
No está claro si se podrá llegar a un acuerdo antes del 1 de junio. El presidente Biden ha planteado la posibilidad de utilizar una disposición constitucional de la 14ª Enmienda que le permite elevar el techo de la deuda por su cuenta.
Los expertos advierten que un default del gobierno estadounidense tendría consecuencias catastróficas para la economía del país, especialmente el desempleo, las tasas de interés bancarias y el mercado inmobiliario, sin mencionar el efecto dominó sobre la economía global.
VNA
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