Un dolor repentino en el tobillo sin lesión puede ser un signo de gota; el hielo y los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar los síntomas.
La gota es un tipo común de artritis que se produce cuando el exceso de ácido úrico se acumula en una articulación y causa inflamación. Durante un ataque agudo de gota, la persona experimenta dolor e inflamación en la articulación. La afección puede durar desde unos días hasta varias semanas y suele afectar una articulación a la vez. Un brote de gota que afecta el tobillo se denomina "gota de tobillo".
La causa subyacente de la gota en el tobillo es la misma que en otras articulaciones: cristales de ácido úrico atrapados en el tobillo. Esta afección a veces es difícil de reconocer y puede confundirse con un esguince o una distensión de tobillo. Sin embargo, se presenta sin ninguna lesión previa y aparece rápidamente. Los síntomas principales incluyen: dolor agudo, enrojecimiento, hinchazón y sensación de calor en el tobillo.
La gota en el tobillo causa dolor, hinchazón, enrojecimiento... y se puede controlar con analgésicos o compresas de hielo. Foto: Freepik
Si sospecha que tiene gota en el tobillo, debe consultar a un especialista en ortopedia para obtener diagnóstico y tratamiento. Si se detecta y trata a tiempo, la gota es uno de los tipos de artritis más manejables. Dependiendo de los síntomas y el estado de salud actual del paciente, el médico recomendará diversos tratamientos, como el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE); la aplicación de hielo; la elevación del pie; y el reposo. Los síntomas de la gota suelen remitir y resolverse por sí solos después de unos días o semanas.
Algunas personas pueden tener ataques de gota recurrentes y, si no se tratan, pueden desarrollar tofos, que son bultos debajo de la piel que pueden dañar permanentemente la articulación.
Además del tobillo, la gota también puede afectar otras articulaciones, los riñones y la zona alrededor de los tendones. Sin embargo, el lugar más común de un ataque de gota es el dedo gordo del pie. La mayoría de los ataques de gota alcanzan su punto máximo entre 12 y 24 horas después de su inicio. Los síntomas suelen remitir en una o dos semanas, con o sin tratamiento. Algunas personas pueden tener solo un ataque de gota a lo largo de su vida, pero otras presentan brotes repetidos en la misma articulación. Esto se denomina brotes recurrentes. Entre los ataques hay períodos de remisión, sin síntomas durante semanas, meses o incluso años.
Los hombres tienen tres veces más probabilidades de desarrollar gota que las mujeres. Esto se debe a que el estrógeno, una hormona sexual femenina, tiene un efecto protector contra la formación de niveles altos de ácido úrico en la sangre. El riesgo de gota también aumenta con la edad. Los hombres mayores de 40 años o las mujeres que han pasado por la menopausia, cuando los niveles de estrógeno disminuyen, tienen mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad.
Otros factores de riesgo para la gota incluyen: obesidad o sobrepeso; tomar diuréticos; dieta alta en purinas, beber alcohol... Por lo tanto, cambios en el estilo de vida como: hacer ejercicio regularmente; limitar el consumo de alcohol, comer alimentos ricos en purinas; seguir una dieta... ayudan a reducir el exceso de grasa y los niveles altos de purinas en el cuerpo, lo que puede reducir el riesgo de sufrir gota.
Hola mi ( según salud )
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