En un país a medio mundo de distancia de Vietnam, la mayor dificultad que debe superar la selección vietnamita de futsal es el cambio de ritmo biológico. La diferencia horaria de 11 horas entre Vietnam y Paraguay es un verdadero reto que exige al entrenador Diego Giustozzi y a los jugadores esforzarse al máximo para adaptarse al nuevo entorno lo antes posible.
El equipo vietnamita de fútbol sala fue escoltado de regreso a su alojamiento por la policía en vehículos especiales.
Por lo tanto, en el primer día de entrenamiento, el entrenador Diego Giustozzi priorizó los ejercicios para recuperar la condición física y generar entusiasmo en los jugadores. Por la mañana, el preparador físico Giuliano hizo calentar a los jugadores en el gimnasio para reducir la inercia antes de que todo el equipo saliera a correr por el río Paraguay en la capital, Asunción.
La selección vietnamita de futsal mantendrá la intensidad de entrenamiento de 2 sesiones diarias, con ejercicios matutinos y entrenamiento técnico-táctico por la tarde, durante los próximos días. El calendario de partidos amistosos también tendrá ajustes en el horario de inicio de algunos encuentros.
Los jugadores del equipo de fútbol sala de Vietnam practican entrenamiento físico en el gimnasio bajo la guía del entrenador físico Giuliano.
El entrenador Diego Giustozzi saca a pasear a los jugadores
Tran Van Vu (portada derecha) y los jugadores disfrutaron de la experiencia en Paraguay
Esa misma tarde, el entrenador Giustozzi inició el primer entrenamiento técnico y táctico de los jugadores.
En Paraguay, la selección de futsal de Vietnam mantendrá una intensidad de entrenamiento de 2 sesiones/día.
Los jugadores deberán esforzarse por adaptarse a la zona horaria lo más rápido posible.
En Paraguay, la selección vietnamita de futsal tuvo tres partidos amistosos antes de viajar a Argentina.
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