Estoy en los últimos días de mi carrera. Dos startups fallidas. La empresa en la que trabajo también está atravesando dificultades y tienen que dejar de pagar los salarios.
De repente la vida se volvió inestable y tambaleante. De repente me convertí en una carga para mi esposa y mis hijos.
Las cargas pesan pesadamente sobre los hombros.
Pero no puedo quejarme, fruncir el ceño ni hacer nada que pueda afectar negativamente a mi esposa o a mis hijos.
Además en esta etapa, mi hijo aún es pequeño, está en la edad en que necesita el cuidado y la compañía de su padre... así que no puedo ir muy lejos a buscar trabajo.
Elijo pasar más tiempo con mis hijos, especialmente este verano.
Llevé a mi hijo a pasear de aquí para allá. A veces padre e hijo van en bicicleta, a veces padre e hijo toman el autobús, a veces padre e hijo caminan juntos.
No les contaré a mis hijos sobre las dificultades que enfrentan mamá y papá. Simplemente elijo llevar a mi hijo a explorar el mundo y a experimentar la vida. Elijo pasar tiempo llevando a mi hijo a la librería, leyendo libros con él...
¿Tal vez Dios me está dando este momento difícil para recordarme que debo pasar menos tiempo en el trabajo y más tiempo con mis hijos?
Luego, jugando con mis hijos, aprendí muchas cosas significativas.
Gracias a jugar con mis hijos, comprendo las dificultades y los sentimientos de mis abuelos en el pasado al criar a sus hijos.
Al jugar con mis hijos, comprendo que si no soy perfecta, puedo hacerlos sentir tristes y lastimarlos.
Al jugar con mis hijos, aprendo lecciones de paciencia, de perdón, de tolerancia, de nunca dejar de aprender y de nunca desanimarme.
Y en los momentos más difíciles, jugar con mis hijos me hizo valorar aún más mi papel en la familia. Al dedicar todo mi tiempo a mis hijos y cuidar la relación padre-hijo, he compensado de algún modo los días ocupados anteriores.
El dinero es importante pero no lo es todo. La alegría y la felicidad de los niños provienen del amor, el cuidado y la compañía de sus padres. Y gracias a mi hijo siento que tengo más fuerza para superar las dificultades.
La sonrisa inocente y los ojos claros de mi hijo son mi motivación para seguir intentándolo. Creo que con el amor y el esfuerzo de toda la familia, superaremos este período difícil y daremos la bienvenida a cosas mejores en el futuro.
Además de pasar tiempo con mis hijos, también me tomo el tiempo para aprender nuevas habilidades, con la esperanza de encontrar otro trabajo adecuado.
Creo que con determinación y perseverancia, pronto volveré a trabajar y asumiré la responsabilidad de ser el sustentador de la familia.
Al escribir estas líneas quisiera compartir con los padres que el cariño familiar es siempre lo más sagrado, significativo y preciado. Pasa tiempo con tus hijos, esta con ellos. Los niños son el bien inestimable de la vida.
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Fuente: https://tuoitre.vn/du-dang-that-nghiep-du-bon-be-lo-toan-cha-se-khong-de-con-buon-2024070209545373.htm
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