Estambul, una ciudad vibrante y misteriosa, se ubica en el poético estrecho del Bósforo, donde convergen los continentes de Asia y Europa. Durante miles de años, Estambul ha sido símbolo de grandeza, esplendor, realeza y lujo. A lo largo de sus dos milenios de historia, ha conservado las huellas históricas de los imperios romano, bizantino y otomano, a la vez que abraza un estilo de vida moderno y juvenil.
Una parte de Estambul se encuentra en Europa y la otra en Asia. La parte europea está separada de la asiática por el estrecho del Bósforo, un canal de 31 km de longitud que conecta el mar Negro con el mar de Mármara y forma una frontera natural entre ambos continentes.
Dos puentes colgantes cruzan el estrecho del Bósforo: el puente del Bósforo y el puente Fatih Sultan Mehmet, también conocido como puente del Bósforo II, que conectan ambas orillas. Sin embargo, muchos turistas prefieren visitar la parte europea de Estambul por su importancia histórica. Esta parte es, además, el centro comercial de la ciudad, con bancos, tiendas, empresas y dos tercios de la población. La parte asiática tiene un ambiente más tranquilo, con amplias avenidas, zonas residenciales y menos hoteles y atracciones turísticas.
No es exagerado decir que Estambul es un museo al aire libre de increíbles edificios históricos, incluyendo magníficos palacios reales y de verano, villas, pabellones, quioscos, fuentes, mezquitas, iglesias, sinagogas, fortalezas,
Una de las primeras paradas en Estambul es Santa Sofía, antigua iglesia, mezquita y ahora museo. Su magnífica arquitectura bizantina, sus impresionantes mosaicos y su atmósfera solemne hacen de este edificio un lugar especialmente atractivo.
A continuación, el Palacio de Topkapi es una visita imprescindible. Aquí vivieron y gobernaron los antiguos sultanes y emperadores otomanos. Podrá explorar las defensas del palacio, contemplar gemas preciosas y admirar bellas pinturas clásicas.
Para completar tu itinerario por Estambul, no te pierdas el Museo de Topkapi, que alberga valiosas piezas otomanas. Fue la magnífica residencia de los sultanes otomanos durante 400 años.
Si quieres vivir una experiencia de compras auténtica en Estambul, visita el Gran Bazar. Es uno de los mercados tradicionales más antiguos del mundo, con más de 4.000 tiendas que venden de todo, desde joyas, alfombras y artículos de cuero hasta cerámica y especias.
No olvides visitar el Puente de Gálata, un puente emblemático de Estambul. Desde allí podrás disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad, desde la costa atlántica hasta las montañas de Kirguistán.
Por último, deléitese con la gastronomía de Estambul. No se pierda la comida callejera, como los kebabs, el baklava y el çay (té). Pruebe platos tradicionales con sabores intensos y toques regionales.
Según la experiencia de viaje a Estambul, la mejor época para visitar esta ciudad es durante la primavera (de abril a mayo) y el otoño (de septiembre a octubre). Estas son las dos épocas en las que el clima en Estambul es más fresco e ideal para realizar actividades turísticas.
Es difícil plasmar la belleza de Estambul en pocas palabras. Quizás no haya mejor descripción que dejar que tus propios ojos contemplen esta impresionante ciudad.
TH (según VTC News)Fuente






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