Los arqueólogos han descubierto los restos de una mujer sin huesos faciales que vivió hace 1.000 años y fue enterrada junto a su marido aristocrático.
El esqueleto "sin rostro" de una noble alemana que vivió en el siglo IX. Fotografía: Jan Woitas/dpa
Los restos de un hombre y una mujer enterrados uno al lado del otro en Alemania sorprendieron a los arqueólogos cuando descubrieron que el cráneo de uno de los esqueletos estaba completamente hueco. El equipo arqueológico hizo el descubrimiento inusual mientras excavaba cerca del palacio real de 1.000 años de antigüedad del emperador romano Otón el Grande (también conocido como Otón I) en Helfta, un pueblo en el estado alemán de Sajonia-Anhalt, informó Live Science el 28 de noviembre.
Los dos esqueletos fueron enterrados uno al lado del otro, lo que sugiere que podrían haber sido un matrimonio, según Oliver Dietrich, investigador del Instituto Arqueológico de Berlín, en Alemania, que formó parte del equipo de excavación. La mujer es ligeramente más baja que el hombre, mide aproximadamente 1,55 m. Lo que más interesó al equipo de investigación fue que a los restos les faltaban huesos faciales. Sin embargo, un análisis más detallado reveló que el cráneo no fue ahuecado, sino destruido posteriormente porque la tumba era bastante poco profunda y se encontraba directamente debajo de la capa superficial del suelo.
El cráneo de la mujer fue dañado por influencias externas, como un arado o pequeños animales que construyeron madrigueras en la tumba, según Felix Biermann, profesor de arqueología de la Universidad de Szczecin, Polonia.
El hombre fue enterrado con muchos objetos funerarios, incluidas herramientas de hierro como cuchillos y cinturones, lo que sugiere que pudo haber sido un aristócrata en el momento de su muerte. El equipo concluyó que el hombre vivió en el siglo IX y era un funcionario de un castillo o fortaleza franca que existía en esa época. Como no fue enterrado con armas, es más probable que fuera un funcionario que un soldado. En cambio, los restos de la mujer no estaban acompañados de ningún objeto funerario, posiblemente debido a un robo previo.
An Khang (según Live Science )
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