Los aficionados del Manchester United probablemente nunca han estado tan emocionados como ahora al ver a su equipo favorito exhibir su disciplinado juego colectivo, generando resultados positivos tras un largo periodo de escándalos. Mientras tanto, el vigente campeón, el Liverpool, mostró un claro declive tras la novena jornada de la Premier League, no solo sin salir de la espiral, sino hundiéndose aún más en la zona de debilidad.
La nueva imagen del Manchester United
Recibiendo a un rival siempre considerado un enemigo (el Brighton ganó 6 de sus últimos 7 partidos contra los Diablos Rojos en la Premier League; antes de su visita a Old Trafford, también llevaba 5 partidos consecutivos invicto), el Manchester United ganó en un partido emocionante. Controlaron casi por completo el partido de principio a fin, sin contar, por supuesto, los momentos en que las Gaviotas remontaron para acortar distancias.
Casemiro, junto con dos nuevos fichajes, Matheus Cunha y Bryan Mbeumo, anotaron dos goles consecutivos para ayudar al Manchester United a ponerse 3-0 arriba en tan solo 60 minutos. Esto es algo que los "Diablos Rojos" no han podido hacer contra sus oponentes desde hace mucho tiempo, al menos en los últimos 12 meses, desde que Ruben Amorim se hizo cargo del equipo.
Se respira un ambiente positivo en Old Trafford, muy distinto del pesimismo que rodeaba al United hace unas semanas. Ya no se habla de que Ruben Amorim cambie su formación 3-4-3. El United ha hecho ajustes sutiles y ya no se obsesiona con los saques de meta largos, aunque sigue jugando con un estilo más directo que antes. Tras tener dificultades para construir ataques, el United ahora encuentra maneras de llegar al campo contrario con mayor rapidez y facilidad.
El Brighton redujo distancias con dos goles consecutivos al final del partido, pero el Manchester United ganó, también por dos goles. Este escenario demuestra claramente dos cosas. En primer lugar, el Manchester United tiene la capacidad de atacar con intensidad y también la profundidad necesaria para marcar muchos goles a pesar de estar en proceso de reconstrucción de la plantilla. Además, su debilidad inherente sigue expuesta: el Manchester United casi se lo complicó al jugar desconcentrado en los últimos 20 minutos, a pesar de que su capacidad para mantener el marcador había mejorado notablemente.
Sin embargo, lo positivo es que el Manchester United está cobrando impulso en cuanto a espíritu, cohesión entre líneas y capacidad para aprovechar ocasiones en ataque. Estos son los factores que sientan las bases de una recuperación que puede ser sostenible si se mantiene.

El destino del Manchester United (con camiseta brillante) y el Liverpool está tomando rumbos distintos. (Foto: SBNATIONS)
Liverpool sombrío
Mientras tanto, el Liverpool abandonó el Gtech Community Stadium con una derrota por 2-3 ante el Brentford. Esta derrota marcó su cuarta derrota consecutiva en la Premier League, y también registró cinco derrotas consecutivas para "The Kop" en sus visitas a estadios londinenses.
El problema del Liverpool ya no se limita a uno o pocos jugadores o a su sistema táctico, sino que está decayendo porque sigue el mismo camino que el Manchester City la temporada pasada. ¿A qué se enfrenta el Liverpool? Los expertos señalan innumerables razones que explican la situación actual: desde la pérdida de forma de Salah y Van Dijk (sobre todo tras su renovación), hasta la marcha de Trent Alexander-Arnold, el futuro incierto de Ibrahima Konaté, el inexplicable declive de Alexis Mac Allister...
Además, cabe mencionar que los nuevos fichajes, aunque de calidad y precio elevado, no son suficientes para renovar el estilo de juego del Liverpool. El entrenador Arne Slot está decidido a utilizar a Mohamed Salah, quien se encuentra en un grave bajón de forma, y afirma que no sigue la tendencia de jugar balones largos y depender de las jugadas a balón parado.
Todo esto ha provocado un declive en la plantilla actual del Liverpool, que se ha alejado mucho de la imagen que antaño tenía de sí misma, tan sólida bajo la dirección de Jürgen Klopp. Cuando un equipo ambicioso como el Liverpool no puede mantener la consistencia en la defensa y la conversión de ocasiones, y ya no conserva su identidad, es probable que malos resultados como la derrota ante el Brentford se repitan, lo que aleja la carrera por el título.
La Premier League es una carrera larga, y unas cuantas jornadas de buenos o malos partidos no pueden decidir el destino del equipo durante toda la temporada. Sin embargo, tras la novena jornada, el mensaje a la afición es muy claro: el Manchester United tiene motivos para la ilusión, ya que el juego colectivo está mejorando gradualmente y la confianza está volviendo. Por el contrario, el Liverpool debe actuar con urgencia para frenar el declive antes de que la situación se vuelva irreversible.
Fuente: https://nld.com.vn/hai-nga-re-cua-man-united-va-liverpool-196251026213857817.htm






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